Asesinato en Garuhapé: Un insulto desencadenó el ataque que derivó en el asesinato de Darío Bernal

General 16 de mayo de 2022 Redacción RMM Redacción RMM

A más de una semana del asesinato de Darío Bernal, el vecino del barrio Las Miguelas, de Garuhapé, que el pasado sábado 7 de mayo fue ultimado de una certera puñalada en el pecho en plena calle, el expediente que investiga el caso sumó nuevos elementos al caso.

Uno de ellos tiene que ver con el traslado a declaración indagatoria del único sospechoso que tiene la pesquisa, Roberto Carlos L. (23), quien fue detenido horas después del grave hecho tras ser apuntado por vecinos de la víctima como el presunto autor.

De acuerdo a los datos que pudo acceder este matutino, la audiencia ante el titular del Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, Manuel Balanda Gómez, se concretó a mediados de esta última semana y tras designar abogado para que lo represente en el proceso el acusado optó por guardar silencio y abstenerse.

En tanto, fue imputado formalmente por homicidio simple.Otro de los aspectos que trascendieron sobre lo ocurrido tiene que ver con las hipótesis que se manejan en torno al móvil del hecho.

La principal versión que tienen por estas horas los investigadores indica un ataque casual que se dio en medio de un repentino encuentro, en plena vía pública, entre víctima y victimario.

El detenido al parecer regresaba del boliche y según las primeras testimoniales aportadas en el caso, pasó por delante de la víctima, con quien al parecer ya había tenido conflictos previos por cuestiones de convivencia en la zona.

Allí, siempre desde lo que se reconstruyó hasta ahora en el caso, Bernal habría insultado al joven mientras pasaba, momento en que este último sacó de entre sus prendas un cuchillo con el que terminó apuñalando al hombre que en ese momento se hallaba tomando con amigos en plena vereda.

Mediante las características aportadas por los allegados a la víctima, quienes presenciaron parte del ataque, efectivos de la Unidad Regional IV de Policía realizaron distintas averiguaciones hasta que finalmente el mismo día del hecho se logró ubicar al sospechoso.

Y con orden de allanamiento ordenada por el juez Balanda Gómez, los sabuesos policiales requisaron la vivienda del acusado, en donde además de secuestrar las prendas que llevaba el implicado al momento del ataque -algunas de éstas con manchas que serían de sangre-, también se encontró escondido entremedio de ropa sucia la presunta arma blanca utilizada en el hecho.

Si bien en primera instancia los pesquisas no detectaron manchas de sangre en el cuchillo, se dispuso que el arma sea sometida a la prueba de luminol para establecer si tiene vestigio de sangre.

Ataque en la calle

Según consignaron fuentes policiales que intervinieron en el hecho, el crimen de Bernal se descubrió el pasado sábado 7 de mayo, poco antes de las 6.

La víctima estaba malherida en el cordón cuneta de la calle Sarmiento, en el barrio Las Miguelas de la localidad.

Un desconocido fue quien se hizo presente en la casa de su hermana y, desesperado, le comentó lo que había sucedido.

La mujer, de 38 años, llamó inmediatamente a la comisaría local para que lo socorrieran.

En la escena la comisión confirmó lo ocurrido, pudieron advertir a simple vista que el joven tenía una lesión de arma blanca en el pecho, por lo que solicitaron una ambulancia al Caps local.

La unidad trasladó a Bernal al hospital de Puerto Rico, pero por desgracia su cuerpo no aguantó y los médicos que lo atendieron constataron su muerte pocos minutos después.

Ante esto, comisiones policiales de la Unidad Regional IV iniciaron las tareas investigativas y el relevamiento de testimoniales para poder reconstruir las últimas horas del fallecido.

Fue así que de las pesquisas se logró individualizar a un posible sospechoso, identificado por las fuentes como Roberto Carlos L. (23) y con domicilio en el mismo barrio donde ocurrieron los hechos.

Se montó entonces un operativo cerrojo y se logró su aprehensión en la esquina de las calles Yerbal y San Lorenzo.

El implicado intentó huir cuando advirtió la presencia policial, pero fue alcanzado, reducido y esposado.

En la escena del crimen los profesionales de la División Criminalística hicieron las labores de rigor.

También trabajaron la Brigada de Investigaciones, División de Comando Eléctrico y la Comisaría Segunda de Puerto Rico. (El Territorio)

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