Tras el estreno de la serie sobre Jeffrey Dahmer, los familiares de las víctimas reviven sus traumas

Lejos de ser una persona fascinante, Jeffrey Dahmer, el asesino en serie que inspiró la serie “Dahmer” de Netflix, fue una persona despiadada cuyo legado más sentido fue el sinnúmero de familias que arruinó. La consecuencia de una crisis descontrolada de salud mental, los crímenes ahora retornan en un proyecto que supone un reto para quienes los sufrieron más de cerca.

Jeffrey Dahmer conoció a Errol Lindsey en 1991, cuando Lindsey estaba en camino a copiar una de sus llaves. Después de convencerlo para que lo acompañe a su departamento, Dahmer ideó un plan para que Lindsey no abandone nunca más el lugar: con la esperanza de convertirlo en alguien incapaz de moverse o reaccionar a estímulo alguno, perforó su cráneo con una perforadora y llenó el agujero con ácido clorhídrico. Por supuesto, el experimento falló, y Dahmer se vio obligado a matar a su víctima rápidamente.

Dahmer sería arrestado pocas semanas después, pero el juicio llegaría recién en 1994. Allí, el asesino fue acusado formalmente de quince asesinatos de primer grado y finalmente sentenciado a varias cadenas perpetuas. En uno de los tantos días de discusión, Rita Isbell, hermana de Lindsey, tomó la tribuna. En la serie, su testimonio fue recreado casi cuadro por cuadro, palabra por palabra. En las redes sociales, muchos seguidores notaron las similitudes y dirigieron elogios hacia la actriz que la lideró, pero alguien finalmente respondió de primera mano.

“No le voy a decir a nadie qué mirar”, comenzó Eric Perry en su cuenta de Twitter, “pero si de verdad tenés curiosidad por las víctimas, mi familia está muy enojada con esta serie”. Perry es el primo de Lindsey e Isbell. “Retraumatiza la experiencia una y otra vez, ¿y para qué? ¿cuántas películas o series o documentales de crímenes se necesitan?”.

La familia de Errol Lindsey, incluyendo a Isbell, se enteró de la existencia de la serie una vez esta fue anunciada por Netflix, quien la estrenó el pasado 21 de septiembre ante la fascinación del público. Días después, el recuento de los distintos asesinatos todavía se prende seguro del primer puesto de las series más vistas en el servicio—pero a costa de la tranquilidad de quienes sufrieron a Dahmer personalmente.

“Así que cuando digan que la hicieron ‘con respeto a las víctimas’ u ‘honrando la dignidad de las familias’, nadie nos contactó”, añadió Perry, visiblemente disgustado con el frenesí surgido alrededor de la serie. “Siento que Netflix tendría que haber preguntado si nos importaba o cómo nos sentiríamos haciéndolo. No me preguntaron nada. Sólo lo hicieron”, sostuvo Isbell, a su vez, en una entrevista con Insider. La escena que el servicio de streaming creó en base a su testimonio en el juicio contra Dahmer “trajo de vuelta todas las emociones que sentía en ese entonces”, indicó.

Poco después de su estreno, Netflix anunció que “Dahmer” tuvo el más exitoso estreno en la historia del servicio, pero ningún centavo de las ganancias, al menos por ahora, irán para los damnificados reales de las violentas hazañas del asesino. “Es triste que estén ganando dinero con esta tragedia. Eso es avaricia”, opinó Isbell.

La historia de Jeffrey Dahmer es una de las tantas similares en todos los lugares del mundo, y sus víctimas algunas de las tantas que cayeron ante el producto de una sociedad que no le presta atención a las razones de sus errores. ¿Cuál es el objetivo de fascinarse por las violencias causadas por los psicópatas sin contribuir a solución alguna para que dejen de aparecer? Para Netflix, es el dinero. Para los familiares de las víctimas, ninguno.