Puerto Iguazú| Con botellas de plástico construyó una casa para impulsar el cuidado ambiental

El lugar se ubica en el barrio Las Orquídeas. Se trata de un emprendimiento con fines sustentables y sociales. Se construyó en el año 2000 y en la actualidad es visitada por turistas.

La casa de las Botellas es una de las obras más destacables de la tierra colorada. Fue diseñada hace más de 20 años por Alfredo Santa Cruz y su familia y cumple una función sustentable en la ciudad, además de brindar un uso ecológico de los envases.

Esta obra a base de plástico “está compuesta por aproximadamente 60 botellas por metro cuadrado y otros objetos reciclados”, comentó Santa Cruz.

Se trata de una increíble construcción que mezcló la creatividad y el ingenio y dio como resultado una técnica única en el mundo que brinda soluciones sociales y ecológicas.

“Una vivienda como esta lleva entre 7 mil a 8 mil botellas, es una casita sencilla con un dormitorio grande, otro un poco más chico y una cocina/comedor. Además se le agrega una carpeta de cartón, para eso, las cajas de leche y de vino son muy útiles”, reflexionó. 

La construcción empezó en el año 2000, aseguró que fue una época muy dura para él, “me había quedado sin trabajo, era electricista, tuve que buscar una solución y me dediqué a la recolección de residuos”, contó Alfredo. 

En esa línea sostuvo que en esos años sufrió la mirada despectiva de la gente por dedicarse a ese trabajo, “recibí mucho desprecio, me trataban de ciruja y tantos otros adjetivos calificativos que me hacían sentir mal”, sin embargo aclaró que eso lo hizo más fuerte y lo ayudó a no bajar los brazos, “gracias a este trabajo implementamos la construcción en plástico y hoy es una técnica muy conocida en todo el mundo”, señaló. 

Con el tiempo la vida de Alfredo y su familia cambió, ahora ya no se dedica a la recolección de residuos sino que ayuda a la gente, “damos una mano a nuestros hermanos que viven de la basura, generamos actividad laboral le compramos la materia prima para transformarla en más de 300 elementos distintos hechos de plástico y luego las vendemos”.

Además, el hombre brinda seminarios gratuitos donde le soliciten -usualmente escuelas- sobre la confección de diferentes elementos con objetos reciclados y recorre distintas provincias a fin de proyectar sus conocimientos. 

Por último, Alfredo aseguró que “el plástico le puede cambiar la vida a muchas personas” que hoy se encuentran sin trabajo “teniendo en cuenta el presente difícil que atraviesa el país, nosotros transmitimos el conocimiento a la gente que la pasa mal y le hacemos entender que usar el plástico para fábrica es una excelente salida laboral”.