Desregulación del INYM: crece la preocupación de los pequeños productores

El Gobierno Nacional activó a partir de este 1 de abril la quita de facultades de la entidad. Los trabajadores yerbateros manifestaron su sensación de incertidumbre. Con la desregulación, se dejó de fijar precios de la materia prima para vender a la industria, entre otros tantos factores.

 Por Nicolás Maidana
Una de las cuestiones de suma relevancia en los últimos meses tiene que ver con el sector yerbatero. El DNU, dispuesto por el Gobierno Nacional en el que, entre otras cosas, quita gran parte de las facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), causó preocupación en los productores. A partir del 1 de abril la desregulación del ente se llevó a cabo y los pequeños productores se ven atravesados por la incertidumbre.

Las principales facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate radicaban en la fijación de precios razonables y competitivos de la materia prima, además del producto final, logrando un equilibrio entre oferta y demanda. También se encargó de la promoción y consolidación mediante acciones al producto a nivel local, nacional e internacional. Todos esos valores son hechos que fueron concedidos para que el sector yerbatero disponga de adecuadas condiciones y que esta industria cultural crezca en todas las escalas.

Uno de los referentes del sector que se manifestó fue el presidente de la Cooperativa Yerbatera de Dos de Mayo, Héctor Dingler. “Las empresas molineras pagan al contado el producto y eso se traslada a los pequeños secaderos. Pero en el momento en que empiece a sobrar la hoja verde,  implicará una sobreoferta en el mercado y generará problemas sin tener quien nos regule. Hoy en precio de mercado puesto en secadero está en 370 pesos de contado”, indicó en diálogo con LT17.

En ese contexto agregó que “existe una necesidad en fijar un precio mínimo para la yerba mate hoja verde y la canchada. Antes se elaboraba una grilla de costo en la que en base a eso salía un precio razonable y eso no lo tenemos más”.

Por su parte, Ariel Steffen, desde la Cooperativa Siete Estrellas de San Pedro mostró su sensación de desprotección ante esta medida. “Hoy no tenemos nada que nos ampare. Si nos ofrecen a 200 pesos, nosotros tenemos que entregar la materia prima porque cuando llega la época hay que cosechar, si no se cae la hoja”, enfatizó.

Además se mostró preocupado por el futuro cercano para los pequeños productores. “Esta cosecha podemos terminar a plazo más o menos pero el año que viene se viene la noche para los yerbateros”, sentenció.

Otro de los productores que se expidió fue Hugo Krawzcuzk. Ante la quita de facultades, recordó momentos poco gratos que ocurrieron en décadas pasadas. “Nos preocupan las decisiones tomadas desde Nación, nos remite a la década del 90 cuando estaba el mercado desregulado en nuestra producción”, señaló.

Esta inquietud se hace presente en distintos sectores de la provincia, como sucede en Comandante Andresito. “Con el Instituto, lo que hacíamos era resguardar al pequeño y mediano productor con un precio mínimo. Por ejemplo, se tenía en cuenta los costos, un capital de amortización y se ponía por ley, ahora no lo tenemos más”, concluyó.

Fotos: Lautaro Barrientos.