
Cada minuto cuenta: el valor del entrenamiento policial que salva vidas en Misiones
El oficial principal Marcelo Aquino, licenciado en enfermería y referente en capacitación sanitaria dentro de la Policía de Misiones, destacó la importancia del entrenamiento constante en primeros auxilios. Su labor formativa fue clave para que tres efectivos aplicaran con éxito maniobras de Heimlich y salvaran la vida de un bebé en Pueblo Illia.
La reciente distinción a tres policías por salvar la vida de un bebé de ocho meses en Pueblo Illia vuelve a poner en valor la formación en primeros auxilios dentro de la Policía de Misiones. El hecho, ocurrido el 18 de octubre, conmovió a toda la provincia: los efectivos René Antonio Lemos, Jonathan Graff y Rogelio Álvez aplicaron maniobras de Heimlich en plena urgencia y lograron que el pequeño recupere la respiración antes de llegar al hospital.
Detrás de ese reflejo hay años de entrenamiento, simulaciones y educación continua. El oficial principal Marcelo Aquino, licenciado en enfermería y formador en el área de salud de la Escuela de Policía, explicó cómo se preparan los futuros agentes para actuar en situaciones límite.
“Por disposición de la dirección, siempre estamos dando charlas y talleres con los cadetes. Rotamos grupos, porque son muchos, y abordamos distintos temas de salud y asistencia en la vía pública”, contó Aquino.
El oficial señaló que el objetivo es brindar conocimientos básicos pero vitales: “Lo que enseñamos es lo que se puede hacer con lo que uno tiene en la calle, hasta que llegue la ambulancia. Se trata de actuar rápido, de sostener la cadena de supervivencia”.
Para Aquino, el caso de Pueblo Illia refleja la importancia de ese aprendizaje. “Vi la noticia y reconocí las caras de los chicos. Hace poco salieron de la escuela y ya aplicaron esos conocimientos para salvar una vida. No solo la del bebé, sino también el alivio de sus padres. Eso demuestra que la capacitación salva vidas”, afirmó.
Durante las capacitaciones, los cadetes no solo aprenden técnicas, sino que trabajan sobre casos reales e hipotéticos. “A mí me gusta plantear situaciones, y ellos enseguida traen ejemplos que vivieron o vieron en noticias. Eso genera empatía e interés genuino. Saben que pronto estarán en la calle y quieren estar preparados”, expresó.
Entre las prácticas más frecuentes se incluyen reanimación cardiopulmonar (RCP) y maniobras de Heimlich, tanto en adultos como en niños y lactantes. Las diferencias son esenciales: “No es lo mismo asistir a un adulto que a un bebé. En el pediátrico, la técnica cambia completamente por el tamaño y la fragilidad del cuerpo. Pero el principio es el mismo: actuar sin perder tiempo”, sostuvo.
El oficial remarcó que no hay margen para la duda en una emergencia: “A veces la madre llega desesperada y te entrega al niño en brazos. En ese momento no hay tiempo de pensar, hay que actuar. Cada minuto cuenta”.
Gracias a ese tipo de formación constante, la Policía de Misiones consolida su rol preventivo y humanitario en la comunidad. Casos como el de Pueblo Illia no solo revelan la eficacia del entrenamiento, sino también el compromiso de quienes, con profesionalismo y vocación, están dispuestos a dar una respuesta inmediata cuando la vida depende de segundos.