Eldorado: Elaboran audiovisual por el 40° aniversario del barrio Guacurarí

Se inauguró en 1981 y fue el primer complejo habitacional de Eldorado. Significó un cambio en las vidas de muchos pobladores y por eso invitan a todos a ser parte.

El complejo habitacional Eldorado I, más conocido como barrio Andrés Guacurarí, fue el primero que el Iprodha construyó en la ciudad de Eldorado y significó un cambio en la vida de muchas personas, por eso los vecinos están elaborando un documental sobre la historia del vecindario.

El Guacurarí fue inaugurado en 1981 y además de ser el primer barrio del Iprodha, es, incluso hasta hoy, el más céntrico de todos. En noviembre de ese año se adjudicaron las primeras viviendas y el barrio festeja un nuevo aniversario el 30 de noviembre en concordancia con el natalicio de Andrés Guacurarí, a quien debe su nombre.

En ese marco, Raúl Solís, presidente del consorcio del barrio, detalló cómo nació la idea del documental.

“Dentro del consorcio tenemos una comisión de cultura que es la que pintó los murales en los edificios y que intenta rescatar la historia del barrio. Hace un tiempo confeccionamos un libro con parte de la historia, con testimonios de algunos de los habitantes, o pioneros, como les decimos, y queríamos hacer un documental sobre esa historia”, arrancó explicando.

Si bien la idea de realizar el documental data de hace un tiempo, empezó a cobrar forma cuando Atilio Racagni, licenciado y Productor en Cine y Televisión, se acercó a los vecinos para concretar la iniciativa. A él se sumó Melina Vázquez para comenzar con las entrevistas a los vecinos.

“Yo pasé gran parte de mi infancia en el barrio’ -relató Racagni-, y fui feliz allá”.

“Cuando se inauguró estaba prácticamente rodeado de chacras. Recuerdo que cruzábamos la avenida Fundadora y ya estaban las plantaciones, las calles eran de tierra y eso le dio una mezcla única de personas que habitaron el barrio’’, agregó.

En ese sentido, ahondó que ‘‘es única porque allí nos instalamos vecinos de distintos lugares de la ciudad. Algunos, como mi familia, que por provenir de otros lugares conocíamos algunas de las ventajas de este tipo de complejos. Pero muchas otras personas era la primera vez que tenían agua potable por red o cloacas. Todo eso hizo al barrio especial”.

En total, el Guacurarí tiene hoy 168 viviendas distribuidas en 16 edificios. De los 168 pioneros del barrio, hay alrededor de 40 que continúan.

“Muchas de las viviendas son de hijos de los primeros habitantes, otras fueron vendidas y algunas están alquiladas. Lo que pretendemos con el documental es reafirmar la historia del barrio, que todos la conozcan, rescatar las historia de vida que se dieron a lo largo de estos 40 años”, refirió Solís.

“En las entrevistas te das cuenta de lo importancia que tuvo el barrio en la vida de las personas. Muchos, cuando relatan su historia, no pueden ocultar la emoción que tienen al recordarla’’, rescató Racagni.

“Muchas veces los silencios que hacen los entrevistados dan muestra de esa emoción. Personas que perdieron algún hijo o cónyuge, quienes tuvieron allí su primera vivienda, la primera madre que tuvo trillizos o el caso de una mujer que se mudó al barrio después de separarse’’, agregó.

Por otro lado, destacó el factor deportivo asociado al barrio. ‘‘Todos colaboraban con rifas, pastelitos y otros para solventar los gastos de los campeonatos de los chicos y hasta alguno prestaba un camión para el traslado. Hay toda una historia muy rica que queremos rescatar”, resumió.

La intención de los promotores del documental es tenerlo listo para el 40º aniversario del barrio, el 30 de noviembre.

“Estamos trabajando para presentarlo en esa fecha, creo que vamos a llegar, aunque es mucho trabajo el que nos falta. Estamos haciendo todo a pulmón, con la ayuda de algunos amigos que nos prestan parte del equipamiento que nos hace falta, o por convenios de que después nosotros los ayudaremos a ellos, con la comisión de cultura que colabora. Todo con mucho esfuerzo, pero con muchas ganas”, aseguró el productor.

 “Pretendemos que todo el barrio se sume, que todos se sientan partícipes. Porque si todos se involucran lo van a sentir como propio’’, resaltó por su parte Raúl Solís.

‘‘Lo mismo hicimos con los murales de los edificios. Cuando empezamos, muchos nos decían ‘te van a rayar todo, los van a arruinar’, entonces a cada vecino que pasaba lo invitábamos a pintar el mural, aunque nunca hubieran agarrado un pincel les insistíamos”, entendió Solís y recordó que participaron personas de todas las edades, desde niños a ancianos, y de esa manera se logró que los murales no fueran vandalizados.

 “Porque cada vecino lo considera como propio. Eso es lo que queremos lograr también con el documental: que todos se sientan identificados”, cerró. (El Territorio)