Se cumplen dos años de la pandemia en Misiones: el virus que nos cambió para siempre
Salud11 de marzo de 2022Redacción RMMEste 11 de marzo se cumplen dos años de la pandemia en Misiones, mismo día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la propagación desenfrenada del misterioso nuevo coronavirus. Hace dos años que los misioneros se encontraron con una nueva realidad, con la que hoy aún conviven.
Se cumplen dos años de la pandemia en Misiones, fue un 11 de marzo del 2020 cuando el gobernador Oscar Herrera Ahuad publicó en su cuenta de Twitter el decreto de Emergencia Epidemiológica y Sanitaria. Unos días después, el 16 de marzo el Gobierno nacional decretó el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) y desde ese día comenzó una nueva etapa para Argentina.
Misiones estableció las medidas preventivas antes, evitando así la propagación del coronavirus en una sociedad que todavía no tenía dimensión de lo que significaba una pandemia. Una vez decretado el aislamiento en todas las provincias del país, las medidas tuvieron su impacto en las calles.
Todas las actividades sociales se vieron interrumpidas. Actividades económicas, comerciales, se postergaron cirugías médicas que no eran urgentes, se estableció un protocolo para la detección y tratamiento de los pacientes positivos, establecieron estudios epidemiológicos para dar con los contactos estrechos. La inversión del Gobierno de Misiones para robustecer cada sector de la salud pública empezó desde el día 0, con la compra de respiradores, camas para internación, insumos para la atención de terapia intensiva y para todo el personal que estuvo en la trinchera.
El 27 de marzo de 2020 se conoció el primer caso de coronavirus en Misiones y desde entonces todas las alertas estuvieron encendidas para evitar la propagación masiva. El 7 de abril fue necesario establecer la obligatoriedad del uso de barbijo en todos los espacios y finalmente el 28 de abril de 2020 se decretó la circulación comunitaria.
En el brindis de comienzo del año 2020 nadie se imaginó que iban a ver un mundo afectado y asilado por un virus desconocido que impacto de lleno en la salud, provocando una desestabilización de los sistemas de salud de todos los países y por supuesto una modificación en las variables económicas. Pero en Misiones el objetivo fue salvar a la mayor cantidad de personas y evitar el nerviosismo en su población.
Las fases de aislamiento y el camino hacia la nueva normalidad
Desde Nación se establecieron 5 fases de ASPO, con las cuales cada provincia debía tomar las medidas correspondientes para avanzar hacia la “nueva anormalidad”. Misiones pasó por una “cuarentena focalizada” en donde se habilitaron las actividades más esenciales y con el pasar de los meses se dio una reapertura progresiva evaluando la situación epidemiológica.
En Misiones, la cuarentena focalizada se centró en actividades y primero se implementó en las obras de construcción privadas , con requisitos y características puntuales, y la actividad de profesionales como abogados y contadores.
Esa primera fase fue sin clases presenciales y también sin el transporte de media y larga distancia entre distintas provincias. La venta de mercadería fue a través de plataformas de comercio electrónico, venta telefónica y otros mecanismos que no requerían contacto personal con clientes. El envío a domicilio fue la estrella del momento.
Los trámites de todo tipo se realizaban según terminación de DNI para evitar aglomeración. Y la atención médica era a través de turnos. Todas las actividades sociales y deportivas fueron canceladas, hasta que se establecieron protocolos para poder volver a la normalidad.
Con el correr de los meses y con una curva de contagios relativamente baja -por momentos la más baja del país- Misiones estableció el 10 de mayo la Fase 4 (reapertura progresiva) en donde se habilitaron más actividades económicas, comerciales y sociales, pero estableciendo el uso obligatorio del barbijo, el distanciamiento social y alcohol en gel, medidas que debían ser cumplidas por todos los establecimientos y comercios.
En el mes de mayo fue la primera prueba piloto de caminatas recreativas al aire libre en la ciudad de Posadas como una excepción transitoria al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio vigente. Fue la primera vez, luego de varios meses, que los misioneros volvían a reencontrarse con una cuasi normalidad.
Tras casi sesenta días con las puertas cerradas, el 18 de mayo abrieron al público, con estricto protocolo para la prevención y el cuidado de clientes y vendedores, el Mercado Modelo La Placita, el complejo La Placita del Puente y el Posadas Plaza Shopping.
La medida más esperada de todas llegó el 25 de mayo, con las visitas familiares, en las que pudieron volver a compartir con personas que durante meses estuvieron aisladas y la única forma de comunicación habían sido las redes sociales y las plataformas de videollamada. En la misma semana, también se dió la apertura de establecimientos de actividad física.
El 7 de junio se formalizó la apertura de bares, restaurantes y heladerías, después de permanecer cerrados por casi 90 días.
El turismo aguardaba una medida que les permita reactivar a todo el sector, que estaba siendo fuertemente golpeado por la pandemia. La estrategia que les dió una bocanada de aire fue el turismo interno, con el objetivo de incentivar a los misioneros a viajar en su provincia, cumpliendo con los cuidados necesarios.
Fue así que el 11 de julio, los vecinos de Puerto Iguazú pudieron reencontrarse con las Cataratas, en el primer día de reapertura del Parque Nacional Iguazú. Luego la medida se extendió para todos los misioneros y semanas después se habilitaron los demás Parque Provinciales y atractivos turísticos.
Con esta medida la actividad hotelera y gastronómica volvió a funcionar, recibiendo a cada turista como una esperanza para retomar el camino.
Luego se habilitó el ingreso de viajeros interprovinciales para que disfruten del turismo en la provincia. Esta medida fue posible gracias a los controles que se realizaban en los accesos a Misiones y por el uso de la aplicación “Misiones Digital” que permitió tener un panorama general de los ingresos y movimientos de los pasajeros, para tener un nexo epidemiológico establecido.
Lo que pasó desde el 11 de marzo del 2020 era nuevo para todos y las medidas que se tomaron en Misiones debían ser acordes a esa realidad. Invertir, acompañar e informar fueron las premisas más importantes que se tuvieron en los dos años de la pandemia.
Los primeros casos de coronavirus en Misiones
Mientras los misioneros se adaptaban al aislamiento y a las nuevas costumbres que iban a tener que implementar, el Ministerio de Salud de la provincia detectaba los casos sospechosos, estableciendo su nexo epidemiológico para poder dar con un caso positivo y evitar que contagie a más personas. Fue el 27 de marzo cuando Herrera Ahuad confirmó el primer caso de coronavirus en Misiones.
Se trató de un paciente de 71 años, que había regresado de España y que se encontraba haciendo el aislamiento obligatorio en su domicilio de Posadas. Fue el primer caso y causó conmoción en la sociedad misionera, porque esa realidad que hasta entonces sólo se veía en la televisión y en las redes sociales, ahora había llegado a la tierra colorada.
Fue con este paciente que las noticias falsas o fake news se apoderaron de las redes sociales y los grupos de Whatsapp, situación que aumentaba el miedo y la desesperación en una sociedad que aún estaba entendiendo lo que pasaba en el exterior de su hogar.
Desde la viralización de la historia clínica del primer paciente hasta audios que tenían el único objetivo de sembrar pánico en Misiones. Esta situación se replicó en todo el país y la única manera era desmentir con las voces oficiales, por lo que fue fundamental la figura de ministros y funcionarios del Gobierno para calmar a la población y terminar con las falsas noticias.
El 23 de abril se conoció el primer fallecimiento por coronavirus fue un camionero de 61 años, oriundo de San Vicente y que había sido el cuarto paciente confirmado en la provincia. Esta noticia fue dura, porque indicaba que nadie podía escapar de la pandemia.
Luego de los primeros casos de coronavirus, el protocolo de atención fue tomando forma y el personal de salud se preparó para enfrentar lo peor. Pasaron varios meses hasta que la curva de contagios fue en aumento, pero Misiones siempre se posicionó a nivel nacional como una de las provincias con la menor tasa de contagios, internados y de fallecidos.
El barbijo y el alcohol en gel
El 7 de abril de 2020 el gobernador de Misiones dispuso a través del Decreto 450/20, la utilización de protectores nasales y bucales obligatorio, con el objetivo de proteger a la población de infectados asintomáticos.
Desde entonces el barbijo se convirtió en la primera herramienta que podía cuidar a la población de un contagio y fue el requerimiento principal para poder retomar actividades comerciales y sociales. Hoy, a dos años de la pandemia en Misiones, sigue siendo de uso obligatorio tanto en el interior como en el exterior de los espacios.
Educar en pandemia
El ciclo lectivo 2020 había comenzado en Misiones el 9 de marzo, dos días después las clases fueron suspendidas e inmediatamente comenzó un proceso dirigido por el Ministerio de Educación, junto al ministro Miguel Sedoff y todo su equipo, para garantizar que los alumnos puedan seguir con sus estudios.
“Suspensión de clases en todos los niveles y modalidades en la provincia por 15 días. Las clases se reiniciarán de manera normal el lunes 30 de marzo. Mañana 10 hs. en Casa de Gobierno anunciaremos las estrategias pedagógicas para enfrentar la contingencia”, había anunciado Miguel Sedoff. Sin embargo, esa fecha de regreso llegó muchos meses después.
La virtualidad fue el escenario de las clases que junto a la plataforma Guacurarí + y la entrega de cuadernillos educativos, permitieron que -tanto docentes, alumnos y padres- transitarán el año lectivo de la mejor manera posible.
Misiones estableció un conjunto de herramientas didácticas pensadas para que la suspensión por la emergencia sanitaria no sea sinónimo de pérdida de días de clases.
Para volver a clases, y con una vacuna contra el coronavirus que todavía no estaba completamente desarrollada, la única forma era establecer un estricto protocolo dentro de las aulas.
Fue así que, durante todo el año, y en conjunto con el Comité Científico de la provincia, encabezado por el vicegobernador Carlos Arce, cartera educativa apuntaba a que las medidas de bioseguridad que se tomarán, eviten los contagios y para ellos requerirían una gran inversión tanto en infraestructura como en higiene.
Fue el 11 de noviembre de 2020, tras casi 8 meses de virtualidad, que los estudiantes del último año de secundario y siguiendo un estricto control sanitario, volvieron a encontrarse y compartir en el aula con sus compañeros y docentes. Ese año terminaba con la esperanza puesta en el Ciclo lectivo 2021 y con la llegada de la vacunación para proteger a la población de los contagios.
El 9 de marzo del 2021, esa esperanza se hizo realidad. 400 mil estudiantes misioneros retornaron a las aulas bajo un sistema mixto, presencial y virtual. El distanciamiento social de metro y medio dentro del aula, barbijo obligatorio y ventilación del salón, fueron las premisas que se debieron cumplir para garantizar las clases en Misiones.
Este 2022 la garantía de unas clases presenciales, dejando atrás las burbujas, pero no el barbijo, fue la vacunación. Por eso el 2021 estuvo destinado a vacunar, y entre ellos a los docentes y a menores de edad, para que el aula sea un espacio seguro.
“Es importante mantenerlas abiertas para que nuestros estudiantes estén contenidos”, dijo Miguel Sedoff el pasado 2 de marzo, cuando comenzó el año escolar para todos los alumnos de la provincia. Y así fue que 365.126 estudiantes de los distintos niveles volvieron a las aulas con modalidad presencial plena.
Vacunar a tiempo
El 29 de diciembre del 2020 inicio la Campaña de Vacunación en Misiones y desde entonces, se establecieron los vacunatorios en cada municipio, localidad y colonia, para vacunar a la mayor cantidad de misioneros posibles.
El primer grupo que inoculado fue el personal de salud y todos los que se desempeñan en el área, ya que fueron la primera línea de batalla durante todo el primer año de pandemia y cuidaron a los pacientes, con miedo pero entendiendo que sin ellos muchas vidas iban a perderse.
Con un nuevo año por delante, el 2021 fue destinado exclusivamente a llegar con las vacunas en cada rincón de la provincia y lograr una cobertura lo más completa posible. La vacunación no solo permitía disminuir la tasa de mortalidad, número que se reflejó en los datos del Ministerio de Salud, sino que también permitió que la normalidad y la vida que antes todos tenía, pueda regresar.
La dosis de vacunas llega todas las semanas y a medida que fueron avanzando en el personal de salud, llegaron los turnos para los adultos mayores. Fue un 19 de febrero de 2021, el día más esperado por abuelos, hijos, nietos y por toda la sociedad misionera, había sido el grupo más afectado por las restricciones de la pandemia y ahora podía reencontrarse con sus familiares, amigos y retomar su vida normal, estando más cuidados que antes.
El ritmo de la vacunación fue acelerado y a medida que pasaban los meses eran más los grupos de edad que podían recibir su primera y segunda dosis de la vacuna. Los últimos en ser vacunados fueron los menores de edad y con esto, el regreso a la presencialidad plena para el 2022 se hacía realidad.
Desde diciembre 2020 a diciembre del 2021, los Sistemas informáticos de Salud Pública RISMI y SIGeP, indicaban que se aplicaron 1.457.598 vacunas, de las cuales 810.466 correspondían a primeras dosis, 577.823 a segundas dosis, y 69.309 a terceras dosis. Al 10 de marzo del 2022, ya fueron aplicadas 2.020.697 de dosis aplicadas.
Repuntar la economía
Como en casi todo el mundo, la pandemia afectó a la economía haciendo hincapié en el empleo y los ingresos de los argentinos. Pero en Misiones la recuperación fue favorable en los meses siguientes a la Fase 1 del aislamiento.
“Tenemos un sistema binario mediante el cual queremos que se cuide a la salud pero también a la economía”, había expresado Herrera Ahuad sobre cómo iban a ayudar a quienes más afectados estaban siendo.
Fueron semanas y meses en donde distintos sectores de la economía no pudieron continuar con sus actividades, algunos se vieron menos afectados y otros más, pero la asistencia económica llegó en para todos los sectores.
El Gobierno de Misiones estableció medidas económicas para asistir a la producción, la industria y al comercio, que fueron financiados con fondos provinciales pero también se solicitó la asistencia de Nación.
La ayuda del Ingreso Familiar de Emergencia, el salario por empleo privado de empresas en crisis que se inscribieron en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción (ATP) y el Programa de Recuperación Productiva (RePro), fueron fundamentales para sostener a la población, empresarios, trabajadores y comerciantes durante los meses más difíciles del ASPO.
Para ilustrar algunos datos de la economía durante el 2020, el economista Gerardo Alonso Schwarz realizó para Visión Misionera un breve resumen:
“Al analizar los primeros nueve meses del año respecto a igual período del anterior, en la provincia de Misiones disminuyó el empleo privado registrado un 4,6% y la masa salarial creció un 30% (mientras que la evolución del IPC Nacional fue del 35% por lo que esto implico una pérdida de poder adquisitivo de los consumidores de la provincia). Teniendo en cuenta lo mencionado resulta interesante ver la evolución de la venta de bienes no durables como bienes durables.
Las ventas de supermercados de septiembre del corriente año en términos nominales muestran un crecimiento del 27% en la provincia de Misiones (mientras que la variación interanual de precios para el mismo período fue del 35%). Por otro lado, el patentamiento de automóviles 0 km, a pesar de la fuerte recuperación vivida a partir de mayo, muestra que los valores anuales acumulados nos muestran una caída en todo el país y en la provincia de Misiones (-13% en el período enero-noviembre)”
El 2020 obligó a tener a lo sanitario como urgente, restringir la circulación de personas y actividades, provocando el debilitamiento de la actividad económica, en las PyMEs y las fuentes de trabajo. Por eso el propósito fue encarar un 2020 con la reactivación económica como eje principal, para volver a construir el mundo prepandemia.
El 2021 fue, sin lugar a dudas, el año de la reactivación económica. La industria y los servicios en general trabajaron en forma sostenida, se han podido mantener todas las Industrias trabajando y manteniendo las plantillas del personal en relación de dependencia.
El sector maderero continuó trabajando a buen ritmo y el sector yerbatero, internamente continúo con el incremento en sus ventas. El rubro hotelero pudo retomar el trabajo luego de meses de cierre total y también los restaurantes y bares pudieron ir abriendo cada día más horas lo que generó un importante movimiento qué se potenció en Posadas y en el resto de la provincia. También todo el sector de eventos pudo abrir las puertas de sus salones, bajo protocolo. Esto hizo que las actividades más golpeadas durante la pandemia, volvieran a trabajar a pleno y de a poco tuvieran una recuperación económica.
Tomando las palabras de Gerardo Díaz Beltrán, Secretario General de Interior de la CAME, podemos explicar cómo fue el 2021 en su reactivación económica.
“El 2021 fue muy complejo, caracterizado por la incertidumbre. La crisis sanitaria fue cediendo a un ritmo inferior al que se esperaba, lo que, conjugado con las tensiones macroeconómicas que enfrenta el país, hicieron que la tan ansiada recuperación empezará a asomar heterogénea y tímidamente. Cerrado el tercer trimestre del año, la actividad general se ubicó 3,4% por encima del nivel que había al momento de irrumpir la pandemia, pero todavía 2,1% por debajo del promedio de 2019.
La industria manufacturera es una de las actividades que hoy se encuentra por encima de su nivel 2019 (5,2% considerando el promedio enero-septiembre de 2021 vs el mismo período de 2019), pero el promedio encierra rubros con crecimiento en torno al 40%, otros con modestas subas de un dígito, y casi el 40% de los rubros registrando caídas.
El comercio mayorista y minorista también se encuentra hoy por encima de 2019, aunque todavía fuertemente golpeado por el impacto de las restricciones a la circulación, especialmente en las ciudades con mayor concentración, lo que se manifiesta en la cantidad de comercios cerrados y locales sin alquilar.
En cambio, las actividades relacionadas con el transporte, el turismo y la gastronomía -que fueron definitivamente las más afectadas por la crisis sanitaria- aún no logran recuperar sus niveles de actividad prepandemia, a pesar de que en lo que va de 2021 muestran una recuperación del orden del 9% interanual, con grandes esfuerzos públicos y privados trabajando en ello”.
Dos años de la pandemia en Misiones
Todo esto, y muchas otras cosas, sucedieron en estos 730 días desde que se decretó la Emergencia Sanitaria y la cuarentena obligatoria. Volver a la normalidad fue un paso a paso, primero con las actividades económicas esenciales, el uso del barbijo y alcohol en gel, los primeros encuentros con familiares y amigos, el regreso a las oficinas y todo lo que antes del 11 de marzo del 2020, el misionero hacía en su vida cotidiana.
Hoy, con un total de 2.020.697 de dosis aplicadas de la vacuna contra el coronavirus, Misiones atraviesa la estabilidad, tanto en casos como en fallecidos, y esto permite que las actividades económicas y sociales se sigan realizando de manera ininterrumpida.
Fueron dos años de desasosiego, pero también de entusiasmo, porque la sensación de perderlo todo por tiempo indefinido, se fue alejando y hoy todos pueden disfrutar de paseos por la provincia, reuniones entre amigos, familiares, reencuentros en los pasillos de las escuelas, el trabajo presencial y de una vida casi parecida a la que tenían antes de la llegada de este virus. (Misiones Online)