El viejo método de respetar al infante, en jardines maternales
Provinciales02 de mayo de 2022Redacción RMMMaría Montessori fue una italiana que a comienzos del siglo XX recibía y cuidaba criaturas de corta edad en su Casa dei bambini. Además, ella fue aplicando una serie de principios que devinieron en el Método Montessori. En la actualidad, el mismo está siendo aplicado en las guarderías municipales de Posadas. Con el objetivo de avanzar en las políticas de acción social, contención y educación que se desarrolla en los cuatro Jardines Maternales municipales, se implementan nuevas estrategias de trabajo conjuntas e integrales para la protección y promoción de los derechos de los niños, la inclusión social y la estimulación temprana.
En este sentido, en las instalaciones de las sedes
“Emilio Gottschalk”,
“Posadas”,
“Corazón de María” y
“La Victoria”
se armaron los espacios sensoriales estilo Montessori
El proyecto apunta a armar un patio funcional e inclusivo como espacio de aprendizaje, para ofrecer un modo alternativo de organización y aprovechamiento del sector en cada institución que propicie el contacto con el medio natural y el desarrollo sensorial e integral de los alumnos.
Vale aclarar que el Método Montessori tiene como eje central dar libertad al niño para que pueda actuar por sí mismo con independencia del adulto. En este marco, se han adaptado los espacios físicos en las salas de los Jardines Maternales, los materiales de juego y la tarea pedagógica.
Cabe señalar que los jardines maternales funcionan en distintos puntos de la ciudad como alternativa segura y están abocadas al cuidado y educación de hijos de empleados municipales de la más temprana infancia.
María Montessori ya mayor con una criatura, objeto de sus cuidados
Quién fue
Corría el año 1907 cuando la italiana María Montessori abrió la primera Casa dei bambini, en un barrio desfavorecido. En aquella escuela se aplicaba un método educativo muy diferente ya que el objetivo de Montessori era, según sus palabras: “que los niños trabajen como si yo no existiera”. Su pedagogía ha llegado hasta nuestros días y se puede aplicar desde casa para lograr que los niños desarrollen al máximo sus capacidades, siendo más autónomos, seguros de sí mismos e independientes.
María Montessori fue una educadora, pedagoga, filósofa, psicóloga y científica italiana que dedicó parte de su vida y obra a mejorar la educación infantil desde una perspectiva más desarrolladora y autosuficiente.
De hecho, fue la creadora de su método Montessori, un sistema de educación centrado en el respeto a los derechos de los niños y en su capacidad espontánea para aprender. Este modelo educativo se utiliza aún hoy en muchas escuelas del mundo y, sin duda, es una herramienta muy útil para que los padres eduquen a sus hijos.
¿En qué consiste el método Montessori?
El método Montessori agrupa un arsenal de teorías sobre la educación infantil que se sustentan en el principio de que los niños deben tener completa libertad para aprender y desarrollarse por sí solos, en un ambiente de comprensión y cariño que sea estimulante. Básicamente, Montessori aseguraba que los pequeños poseen una capacidad casi ilimitada para apropiarse de los conocimientos, primero a nivel inconsciente y luego al nivel consciente. De esta manera, le otorga al niño un papel activo en su propio aprendizaje.
Montessori también afirmaba que para que el niño pueda aprender y desplegar todo su potencial debe estar inmerso en un ambiente adecuado que fomente su crecimiento. Para esta experta el orden, la seguridad, el diseño y el acceso a las herramientas eran elementos cruciales que no debían faltar en el entorno en el que se desenvuelven los niños ya que son los aspectos que estimulan el aprendizaje y crecimiento infantil. Asimismo, Montessori le otorgaba un papel orientador fundamental a los adultos, y en especial a los padres, considerándolos como los guías principales del niño, las personas responsables de mostrarle su entorno y las potencialidades que existen en él.
De igual manera, su método presta una atención especial al amor y la comprensión de los padres hacia sus hijos. Un amor basado en el respeto, la libertad, la responsabilidad y el establecimiento de límites claros pero poco restrictivos, donde la confianza, la paciencia y la empatía se convierten en protagonistas.
Inicialmente este método fue creado con fines académicos pero con el paso del tiempo también ha ganado terreno en el ámbito familiar y cada vez son más los padres que recurren a algunas de sus herramientas para aplicarlas a la educación de sus hijos. Se trata de claves que, aunque no son soluciones infalibles, brindan algunas luces sobre cómo educar mejor a los niños.
Las consignas del método
1. Los niños aprenden de lo que les rodea, por tanto, permite que exploren su entorno con total libertad.
2. Evita criticar demasiado a un niño, de lo contrario solo aprenderá a juzgar a los demás.
3. Elógialo con frecuencia para que aprenda a valorar.
4. No seas hostil con el niño pues así solo aprenderá a pelear con los demás.
5. Si eres justo con él, aprenderá a ser justo con los demás.
6. Evita ridiculizar con frecuencia a un niño ya que formarás a una persona tímida.
7. Haz que se sienta seguro para que aprenda a confiar en los demás.
8. No denigres ni subvalores a un niño porque estarás sembrando en él un fuerte sentimiento de culpa y una baja autoestima.
9. Acepta sus ideas y opiniones con frecuencia para que aprenda a sentirse bien consigo mismo. 10. Aliéntalo y motívalo en las tareas cotidianas para que gane seguridad.
11. Asegúrate de que el entorno del niño es agradable. Haz que se sienta necesario. Así aprenderá a buscar el amor en el mundo y no se conformará con menos.
12. No hables mal de tu hijo delante de él. Y tampoco lo hagas cuando no esté.
Escúchalo siempre y respóndele cuando te pregunte.
13. Dale una mano cuando necesite ayuda, pero pasa desapercibido si es capaz de encontrar la respuesta por sí solo.
14. Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error, él solo lo corregirá en algún momento.
Cuando te dirijas al niño, hazlo siempre de la mejor manera. Ofrécele en cada momento la mejor versión de ti. Recuerda que tú eres su modelo a seguir.
(Periodismo Misionero)