Testigos sostienen que Claudia Benítez le tenía miedo a su esposo y quería separarse

General 27 de mayo de 2022 Redacción RMM Redacción RMM

La investigación continúa y los adelantos logrados mantienen vigente la sospecha de que la desaparición y homicidio de Claudia Elizabeth Benítez (32), se trataría de un femicidio y que el principal sospechoso es el único detenido, su esposo de 39 años.

Durante las últimas horas se agregaron testimonios al sumario de los pesquisas de la Policía provincial. A modo de síntesis indican que de cada diez voces que recogieron del entorno directo a Benítez y de allegados, nueve insisten en que el contexto de violencia física y mental en el que estaba inmersa la taxista era protagonizado por su pareja, empleado de una farmacia en el microcentro posadeño.

Estos testimonios resaltaron que Claudia Benítez intentaba separarse definitivamente de su esposo, pretendía divorciarse pero no lo conseguía, y que ese conflicto se transformó en constante planteo en el tratamiento psicológico que intentaba cumplir.

Evidencias de golpes y maltrato reiterado por parte del esposo habría mostrado a sus amigos y a algunos familiares.

Estas voces apuntalan el expediente, o se convirtieron en viento favorable para los investigadores, que aún esperan sumar pericias y pruebas.

Entre ellas, surgió con firmeza y fue confiado a PRIMERA EDICIÓN que el sospechoso detenido e imputado provisoriamente por “homicidio agravado por el vínculo y violencia de género”, poseía dos teléfonos celulares, de los cuáles solamente uno era visible para su entorno familiar.

De confirmarse esta versión, se avanzaría en cuanto a que con este misterioso teléfono se planificó el homicidio y se podría aproximar a la sospecha de un colaborador en el crimen, que no sólo lo asistió para recogerlo en Nemesio Parma tras golpear y asesinar a puñaladas en el cuello a la víctima, sino también para colaborar en descartar el taxi, un Chevrolet Corsa Classic encontrado el martes 18 de mayo a las 7.30, aproximadamente, sobre la avenida Del Té en el paraje Nemesio Parma a tres kilómetros de la propiedad abandonada en el sector conocido como Campo Bauer, donde al día siguiente se halló el cadáver dentro de un pozo y a siete metros de profundidad.

Dentro del cuadro de convivencia violenta previa que se investiga, hay testimonios que sostienen que Claudia Benítez repetía que temía que su pareja le hubiera alterado la medicación que debía tomar o que la engañara cambiando los psicofármacos.

También resaltaron que el detenido “estaba enfermo de celos” por su esposa y que la perseguía con insistencia sobre sus relaciones laborales y comunicaciones telefónicas.

El eslabón más delicado

Si bien restan cabos por unirse, para el expediente sería esclarecedor y determinante el relato que pueda ofrecer uno de los dos hijos, de Claudia Benítez. Una niña de 12 años tendría la clave en su relato, pero por tratarse de una menor de edad, su testimonio se manejará con extremo cuidado y sigilo de los profesionales en salud mental del Cuerpo Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia.

A la par de esta pericia por concretarse, se esperan los resultados de laboratorio enviados para aclarar si las zapatillas secuestradas en la vivienda de Claudia Benítez en Itaembé Miní son de su pareja y si las presuntas manchas son de sangre y, en caso de obtenerse un patrón genético de la muestra, cotejarse con el ADN de la víctima fatal.

También se espera el estudio a restos de tierra o polvareda que se observaron en las zapatillas secuestradas en el procedimiento que realizó la Dirección Policía Científica a solicitud del juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, horas después del hallazgo del cadáver en la perforación.

Pero hay un detalle fundamental más: la suela de un lado de la indumentaria deportiva, tenía rastros de quemado, de contacto con una fuente de calor muy fuerte. (Primera Edición)

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