Juntos por el Cambio pide entrar a boxes tras los resultados de las últimas encuestas

Sorpresiva, para los desprevenidos, fue la afluencia de público que a pese de la lluvia y el frío se hizo presente en el renovado autódromo Rosamonte de Posadas para el retorno del TC a la tierra colorada.

La inversión del gobierno de Misiones para renovar el circuito más importante de la provincia fue tan generosa como el público este fin de semana que se acercó a vivir un espectáculo de primer nivel y marcó picos donde no había lugar en Posadas para alojarse, al punto que las casas de los particulares se están reinventando como alojamientos.

El TC es icónico para los argentinos y moviliza las pasiones como lo hace el fútbol, pero además, este fin de semana cientos de familias completas se acercaron a sentir la adrenalina que exudan los pilotos y sus autos. Estratégica movida de Oscar Herrera Ahuad ya que las vacaciones de invierno fueron una excusa perfecta para que no falte nadie. Bueno, casi nadie.

Entre tantos fanáticos de los motores también había funcionarios de diversas dependencias, es que la renovación del Rosamonte atrajo a todo el arco político del oficialismo y para alegría de la conducción y la cúpula del partido, el recibimiento de la gente fue excelente. Fueron varios los posibles candidatos que se acercaron a celebrar la apuesta del gobernador y a hacer lo que mejor les sale: estar con la gente.

Ese traje parece ser que nunca le quedó cómodo a Juntos por el Cambio, que estuvo ausente sin aviso, ya que sus representantes no aparecieron ni para la foto en el podio con los ganadores. Los resultados de encuestas recientes, como la de Fara & Asociados, generaron tensión hacia adentro del espacio opositor en la provincia ya que pareciera ser que no hay operación mediática que pueda erosionar el capital electoral del frente que lidera Carlos Eduardo Rovira. 

Si todo sigue así, el Frente Renovador de la Concordia se encamina a la recta final con grandes chances de quedarse con la pole position en la carrera rumbo a la Rosadita del 2023, mientras que Juntos por el Cambio corre riesgo de despistar por culpa de la inexperiencia de los pilotos y la falta de conocimiento del circuito. Esto sumado a que los corredores vienen cortos de nafta y con posibilidad de no llegar a la línea de largada.