El Chango Spasiuk y Rodrigo Sosa en Cuba, arte misionero de exportación

Provinciales 07 de febrero de 2023 Redaccion RMM Redaccion RMM

El Festival Internacional Jazz Plaza 2023 fue un verdadero espectáculo y nuestros artistas estuvieron presentes para dejar la huella de la tierra colorada con su música y chamamé. 

En ocasiones, se dan hitos únicos para los artistas. Así es el caso del compositor y acordeonista misionero Chango Spasiuk, quién se presentó por primera vez en la 38va. Edición del Festival Internacional Jazz Plaza de La Habana. Y también el de Rodrigo Sosa, un músico aristobuleño que lleva más de 15 años viviendo en Cuba debido a su fascinación por ésta cultura.

En la última semana de enero, ambos compartieron escenario con la legendaria cantante cubana Omara Portuondo. Se trata de una cantante cubano-española de son y boleros, además de ser una de las mayores representantes del llamado Feeling.

El evento internacional tuvo a músicos de casi veinte países sobre el escenario de La Habana y Santiago de Cuba, presentados entre el 22 y el 29 de enero pasado.

 

 
Un reencuentro luego de 20 años

La oportunidad única del Chango Spasiuk lo llevó a encontrarse después de 20 años con Rodrigo Sosa. Tanto amigos como fieles compañeros de la música, representaron el arte del chamamé de Misiones.

Los músicos compartieron un estudio de grabación y tuvieron de qué hablar ante la cámara sobre algunas de sus experiencias como artistas con raíces misioneras.

Rodrigo Sosa, oriundo de Aristóbulo del Valle en 1989, contó que en La Habana se hizo hombre. El primer viaje del joven argentino a Cuba fue en 2007 cuando apenas tenía 17 años de edad.

Nos vimos en el 2004 en la 36° edición del Festival de la Música del Litoral. Yo tenía 15 años y era la primera vez que toqué allí.

Rodrigo Sosa, artista misionero residiendo en Cuba.

De “Aristóbulo del Valle”, le contestó Spasiuk. “Más misionero que de Aristóbulo del Valle imposible”, agregó entre risas.

En aquél 2007, Sosa recibió el premio Revelación del Festival del Litoral de acuerdo a la “devoción del público en su primera actuación,” según el entonces director de Cultura de la Municipalidad de Posadas, Darío Sirotko.

Luego de tocar en distintos escenarios de Misiones, Córdoba y Buenos Aires, en dicho año surgió una interesante propuesta para el músico. “Junto al percusionista posadeño Rafael Lozina, tuvimos la posibilidad de tocar en la Feria del Libro en la Habana, Cuba”.

 

Con una invitación de honor para Argentina, “fuimos a tocar junto a otros grandes artistas”. Tras algunos despliegues musicales del artista, expresó su fascinación por la manera de enseñar música en Cuba: “Es muy técnica y exigente la manera de enseñar en las escuelas de Arte”.

Después de haber tocado en Cosquín y en todos lados, el aristobuleño se fue hacia el país sintiéndose muy bien con su experiencia musical. “Estando allí, me hacen un test para conocer mi nivel de conocimiento sobre los instrumentos musicales. Tras el test, me mandan a dar clases con chicos de 8 años. Yo tenía 17. Ese era mi nivel, para educar chicos de 8 años”, dijo sarcásticamente entre risas.

Lleno de historias y recuerdos, la amistosa charla culminó con un emotivo momento por parte de Sosa: “Siento que el Chango Spasiuk fue una antorcha en mi camino como artista”.

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