En diálogo exclusivo con CE Multimedios, la médica Haydee Berbanrd, responsable del servicio de hematología del Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga, brindó detalles sobre cómo estar atentos ante la aparición de síntomas, y la prevención.
“El linfoma es un tipo de cáncer que compromete el sistema linfático. Este está conformado por los ganglios, que pertenecen al sistema hematopoyético, el sistema de la sangre”. Aclaró Berbanrd,
“En criollo le decimos primos hermanos de las leucemias”, destacó la profesional de la salud, teniendo en cuenta la importancia de hablar en términos generales a la población, ante una enfermedad lamentablemente muy frecuente en los diagnósticos.
Interrogada sobre las consultas que los pacientes llevan al acudir al consultorio, mencionó que “normalmente un paciente que consulta por un linfoma, consulta con ganglios aumentados de tamaño”, pero aclaró que: “el tema es que hay muchas enfermedades que pueden tener esas características, entonces hay que hacer el diagnóstico diferencial”.
En cuanto al rango etario, la especialista mencionó que tiene que ver directamente con el tipo de linfoma que aparezca en el paciente. “el linfoma Hodgkin y el no Hodgkin son los dos grandes subgrupos de esta patología. Los primeros tienen una franja de aparición entre los 16 y 60 años, mientras que los segundos, pueden aparecer en cualquier edad, aunque son más frecuentes en adultos” remarcó.
Sobre la tendencia hereditaria del linfoma, indicó: “si un familiar tiene linfoma, no quiere decir que uno lo va a tener si o si, pero hoy en día sabemos que las enfermedades se agrupan en base a la carga genética que tenemos. Entonces, si yo tengo posibilidades de hacer un linfoma, en mi familia, probablemente tengan esas posibilidades más factibles”. En este sentido, lo comparó con la cardiología: “si en mi familia tienen problemas cardiovasculares, yo tengo altas posibilidades de seguir ese patrón, lo que no significa que sea hereditario”, refirió.
La importancia de los controles
Por otra parte, en cuanto a los estudios para detectar el linfoma, Berbanrd indicó que éstos “son exámenes anátomo-patológicos, donde se toma una muestra, para realizar una biopsia de ese ganglio afectado”.
No obstante, mencionó que los linfomas también pueden afectar otros tejidos, que son un poco más complejos y más difíciles “y siempre van a llegar a la consulta por su rareza, pero en líneas generales, son ganglios que duran más de cuatro semanas, que duelen menos, que pueden asociarse a dolor cuando hay ingesta de alcohol. Por ejemplo, en algunos casos del linfoma Hodgkin, pueden presentar fiebre los pacientes; pero una fiebre con determinadas características: repentina, que surge en la tarde-noche, que cede, y el paciente no nota por la sudoración”, detalló.
Sobre el tratamiento, indicó que: "por lo general, los pacientes son sometidos a quimioterapia, aunque en los casos de bajo grado, se aplica radioterapia. Si los pacientes de primera línea no responden bien a la quimioterapia, van a una segunda línea, donde por lo general requieren un trasplante de médula ósea”, aclaró.
En la provincia, la especialista indicó que las estadísticas no arrojan números completos, ya que en el Hospital Madariaga ven a los pacientes más complejos. No obstante, preliminarmente se contabilizan unos 40 casos anuales, “que se van acumulando, porque como el paciente tiene posibilidad de curación, permanece en controles por un largo tiempo, para evitar que tengamos una recaída”, puntualizó.
Los síntomas
La especialista menciona la importancia de estar atentos a síntomas que podrían ser indicadores de la enfermedad, como ser la pérdida de peso, aunque su aparición es en estadios más avanzados; “es lo que llamamos síntomas B, junto con la sudoración nocturna”, comentó. Además, la enfermedad puede afectar a otros órganos, es por eso que puede manifestarse “por ejemplo, en un linfoma hepático, el paciente va a presentar un color amarillento en la piel, prurito (picazón intensa), y puede ser el compromiso hepático del linfoma”, explicó.
“Es importante que la comunidad esté alerta y sepa dónde consultar, no solo en el Madariaga. También hay hematólogos en el hospital de Oberá, en Eldorado, aparte de los especialistas que trabajan en el área privada”, cerró la profesional.
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