“Dijeron que le atacó por defensa propia, pero le dio tres puñaladas”

General04 de marzo de 2023RedacciónRedacción

La tercera jornada del juicio por el crimen de Horacelia Marasca (16), que se realiza en el Tribunal Penal II de Posadas, culminó ayer con importantes testimonios que reconstruyeron detalles estremecedores del terrorífico ataque y que complicaron aún más a Martín Monzón.

Entre las declaraciones, se destacó lo dicho por la madre de Horacelia, que solicitó ser escuchada sin la presencia del imputado. Además, se acercaron al Tribunal a prestar declaración, el sereno que mantuvo encuentros sexuales con la víctima y vecinos de la pareja. 

“Dijeron que el ataque fue por defensa propia. Una, puedo creer que es por defensa. Pero tres puñaladas con la magnitud que lo hizo, no creo”, cuestionó Norma Benítez, la madre de la joven asesinada.

Manifestó además que no está segura de poder aguantar verlo a Monzón de nuevo.

Por otra parte, expresó que no mantenía una estrecha relación con el acusado, aclarando que “una madre nunca va a aceptar que su hija menor esté con un hombre mayor”. Sin embargo, mencionó que cuando la pareja iba a la casa de ella, “lo trataba adecuadamente y con respeto”.

En relación a las múltiples denuncias realizadas ante la policía, comentó que la primera que hizo fue luego de haber pasado tres días de la desaparición de la joven.

Anterior a esa denuncia, recordó entre lágrimas que el atacante se acercó a su domicilio para contarle la acusación que había hecho en la Comisaría de Villa Cabello, sobre la desaparición y supuesto abandono de persona por parte de Horacelia. “Me miró a la cara y me dijo que mi hija cuando vuelva no va a tener ningún derecho sobre nuestro hijo, porque ella se había fugado con otro hombre”.

En ese marco, anunció que esperó cinco largos días para que vuelva su hija. Pero no supo nada de su ubicación, razón por la que realizó una segunda denuncia, esta vez contra Martín Monzón.

Cuando se dirigió a la comisaría de la mujer para presentar su queja, le dijeron que vaya a averiguar y que vuelva con datos concretos, ya que ella “apenas sabía que se llamaba Martín”.

Por ello, se presentó en el domicilio del atacante y tras golpear varias veces la puerta le atendió, permitiendola pasar.

“Al preguntar sobre mí hija, me dijo que no sabía nada de ella. Cuando entré a la casa, estaban todas las valijas de Horacelia” relató.

“A diferencia de la primera vez que él se acercó diciéndome que ella se había ido con toda la ropa, en ese momento me dijo que ella se fue rápido sin sus pertenencias”, continuó la mujer, advirtiendo que Monzón se contradecía todo el tiempo.

Al ser consultada sobre si su hija le había contado de alguna  violencia sufrida por parte de Monzón, expresó que “un día me visitaron los dos y ella me contó que estaba celosa por la exmujer  de él. Una semana después de la visita, mi hija me dijo que se había separado del hombre, porque él le agarró del cuello”, comentó la madre de la víctima.

Horacelia se encontraba con una amiga en ese momento, que a raíz de forcejeos con el imputado, logró que detenga la agresión.

Mediante la búsqueda de Norma para dar con el paradero de su hija, comentó que habló con una vecina que le relató los detalles que se escucharon desde la casa que compartían la víctima y el homicida. “Me dijo que ese domingo se empezó a escuchar una discusión y que después se escuchaban gritos de auxilio, seguido de un ruido de fuerte golpe y después un silencio”.

Asimismo, remarcó que “después de la muerte de mi hija, la gente me comentó cómo este hombre la trataba. La dejaba sin comer y ella tenía que ir a los comedores para alimentarse”.

Con voz quebrada, Norma lamentó que “no pude hacer nada contra la relación de mi hija con ese hombre”, refiriéndose a la ley que considera a un joven de 16 años como un adulto para tomar las decisiones sobre el cuidado de su propio cuerpo.

Sobre la interrogante de cómo era como madre Horacelia, Norma contó que “cuando fue mamá ella tomó su rol de madre. Sus propios vecinos me comentaban que ella era una excelente madre”.

Luego prestó su declaración una vecina de Monzón. La mujer identificada como Mónica Gunther fue la que escuchó, desde su domicilio, cada detalle del cruento crimen ocurrido en agosto de 2015.

“Escuché golpes en las paredes, llanto de Horacelia y lamentos. Luego se escuchó un fuerte golpe y se cortó el llanto de Horacelia”. expresó, la mujer que vive a pocos metros de la vivienda.

Además, indicó ante los presentes que no era la primera vez que escuchaba discusiones con alta intensidad, ya que “escuché en varias oportunidades que Horacelia lloraba o se lamentaba”, remarcó.

En esa línea, relató sobre una discusión que tuvo lugar en el exterior del domicilio que compartía la pareja. “Una vez estaban en el patio y ella le pedía que no se vaya, mientras que él la insultaba y pecheaba con los brazos atrás. En ese momento creo que ella estaba embarazada”.

Por ese suceso, la mujer salió a pedirle que se detenga. “Yo estaba encerrada porque había muchachos que se drogaban con él que no eran personas de buena vida. Él me insultó y me dijo que no me metiera. Sentí temor”.

Por otra parte, manifestó sentirse arrepentida por “no haber denunciado ante la policía cuando escuché sobre los ruidos y llantos de Horacelia”, señaló la vecina de la pareja.

Agregó, por último, que no realizó la denuncia porque al bajar de su departamento para escuchar si pasaba algo más en esa casa, vecinos  le dijeron que era mejor no meterse, ya que “siempre era lo mismo”.

En otra parte de la tercera jornada del juicio, declaró Héctor Villalba, el sereno que trabajaba en una obra cercana al domicilio, quien confirmó haber mantenido relaciones sexuales de forma casual con la menor.

Además, el testigo manifestó no haber hablado sobre la relación que mantenía Horacelia con Monzón. Algo contrario a lo que había dicho en la declaración hecha dos semanas después de la desaparición. En su momento, indicó que ella le mencionó estar en pareja.

En su aporte también había mencionado que le obsequió lencería a Horacelia en una de las oportunidades que se encontraron en el edificio que él cuidaba. Luego, según declaraciones de Villalba, ella devolvió el regalo la misma noche que desapareció, indicando que no podía quedarse.

Después de esa noche, Monzón apareció en la obra preguntándole al sereno si había visto a la joven. Mencionó además que él “no sabía la edad de ella. La veía como una mujer completa”. Ante la interrogante de cómo describiría a la joven, el testigo indicó que era una “chica tranquila”.

Por otro lado, ante la consulta del abogado defensor sobre la reacción que tuvo ante el pedido de Monzón de alejarse de la víctima, Villalba dijo que no hizo caso a la advertencia, porque “sólo quería tener relaciones sexuales con ella y ella venía a mí” .

Villalba también señaló que con Horacelia se vieron en tres o cuatro oportunidades, en un lapso de “como mucho” una semana y media, siempre donde él trabajaba.

Además, se presentó en la sala el dueño del comercio de enfrente de la casa donde ocurrió el hecho. El testigo relató que “ví a las cinco de la mañana, mientras esperaba el colectivo, que Monzón estaba donde se tiraba la basura”

Completó la jornada el oficial de la Comisaría Séptima, Alberto Benítez. El efectivo narró sobre la noche que Monzón realizó la denuncia, mencionando que durante los tres días que ella había desaparecido él nunca se presentó a preguntar por alguna novedad. 

Luego de las declaraciones de los seis testigos, el juicio entró en un cuarto intermedio hasta el próximo lunes 6 a las 8.30hs.

 

Fuente: El Territorio

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