Efectivos del comando radioeléctrico de la ciudad de Apóstoles, fueron requeridos esta mañana para atrapar una boa de unos 3 metros de longitud y con más de 15 kilos, que se hallaba en un terreno baldío lindante a una vivienda.
Se trata de un ofidio denominado “Boa Constrictor”; “Linnaeus”, se encuentra en peligro de extinción y cuya especie habita en países de América del Sur. En Misiones quedan muy pocos ejemplares, pero se las pueden encontrar en Corrientes, Chaco o Formosa, donde hay un ambiente propicio, amplio y con más esteros, ya que son semi- acuáticas.
Alrededor de las 7:30 horas, los efectivos acudieron al lugar tras el llamado telefónico de un vecino, en el cual alertaba la presencia del ofidio en la vereda de su domicilio. Al llegar, los uniformados hallaron al reptil de unos 3 metros aproximadamente en el baldío, por ello, con las precauciones necesarias, lograron atraparlo.
Minutos después se acercó una mujer alegando que la serpiente era de su hijo, quien se encontraba de viaje, pero que participa de un programa sobre el estudio de estos ejemplares y de otros animales, agregando además que estaría tramitando la autorización correspondiente del reptil ante la Dirección de Faunas.
Finalmente, el ofidio fue resguardado nuevamente y se dio intervención al Ministerio de Ecología de la Provincia de Misiones, quienes trasladaran en los próximos días al animal hasta la provincia de Chaco, más precisamente al “Impenetrable” donde será devuelto a su hábitat natural.
¿Qué es una boa constrictor, cuánto puede llegar a medir y que come?
La boa constrictor luce una de las marcas más características de todos los reptiles. Según el hábitat en el que quiera camuflarse, su cuerpo puede ser pardo, verde, rojo o amarillo, y luce patrones crípticos formados por líneas irregulares, óvalos, diamantes y círculos.
Son animales no venenosos que viven en zonas tropicales de América del Sur y Central. Al igual que sus primas, las anacondas, son excelentes nadadoras, pero prefieren permanecer en tierra seca, donde suelen refugiarse en troncos huecos y madrigueras de mamíferos abandonadas.
Las boas pueden llegar a medir hasta 4 metros y pesan más de 45 kilogramos. Sus mandíbulas tienen una hilera de dientecillos ganchudos para atrapar y sujetar a su presa mientras la rodean con su musculoso cuerpo y aprietan hasta sofocarla. Se alimentan de prácticamente cualquier animal que consigan atrapar, como aves, monos y jabalíes. Sus mandíbulas se pueden estirar ampliamente para tragar presas grandes de una sola pieza.