La fecha tiene como objetivo concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares y promover medidas de prevención, control y tratamiento.
En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra cada 29 de septiembre, el Ministerio de Salud de la Nación refuerza la importancia de profundizar la integración de las líneas de trabajo frente a las enfermedades cerebrovasculares en todos los niveles de atención, con el objetivo de alcanzar un mejor tratamiento, prevención y control de esta problemática.
En ese sentido, la cartera sanitaria nacional, junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), implementa en más de 15 jurisdicciones la Iniciativa HEARTS, que implica la estandarización de procesos de atención, haciendo hincapié en el diagnóstico y tratamiento oportuno basados en la mejor evidencia disponible compilada en las Guías de Práctica Clínica de la cartera sanitaria nacional. En esta estrategia, se monitorean indicadores de resultados que permiten reorientar permanentemente las prácticas en pos de mejorar la calidad y el acceso a la atención.
Argentina puso en marcha la iniciativa HEARTS en todo el país, pasando a formar parte del conjunto de 32 países que participan de la estrategia. Actualmente 2867 centros de salud, que en conjunto cubren aproximadamente 30 millones de adultos en las áreas de captación respectivas, reportan indicadores de resultado, entre los cuales 132 corresponden a nuestro país.
De esta forma, Argentina se integra al modelo HEARTS de manejo del riesgo cardiovascular incluyendo la hipertensión (HTA), la diabetes y la enfermedad renal en la atención primaria de la salud.
En el marco de esta iniciativa, el Programa Nacional para la Prevención de Enfermedades Cardiovasculares desarrolla además el Plan Nacional para la Prevención y Control de la Hipertensión Arterial. De esta manera, se busca incrementar la detección de personas que tienen hipertensión arterial y desconocen su condición con la búsqueda activa en la comunidad; capacitar a los equipos de salud del primer nivel de atención para garantizar un abordaje y seguimiento adecuado de las personas hipertensas y promover su autocuidado a fin de alcanzar su adecuado control (valores de presión arterial <140/90 mmHg); y monitorear el impacto del plan en términos de indicadores de proceso y resultados.
Dichos propósitos son posibles de alcanzar mediante una eficiente articulación entre los sistemas de salud jurisdiccionales, las direcciones de APS, las áreas de Medicamentos, las Universidades y las sociedades científicas.
Además, durante la actual gestión se desarrolló la Vía Clínica de Hipertensión. Se trata de un instrumento de diagnóstico y tratamiento farmacológico y no farmacológico simple, que proporciona información concreta para la implementación de estrategias eficaces y oportunas para el equipo de salud.
Existe amplia evidencia para considerar a la hipertensión arterial como el factor de riesgo de mayor peso en las enfermedades cardiovasculares, ya que está fuertemente asociada a la ocurrencia de diversas patologías: enfermedad cerebrovascular, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, aneurisma de aorta, enfermedad vascular periférica, demencia e insuficiencia renal crónica. De esta manera, la hipertensión impacta negativamente en la mortalidad total, en la discapacidad y en los costos socio-sanitarios.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en todo el mundo y la Argentina no es la excepción. Según un informe realizado en base a las estadísticas vitales de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), durante el año 2021, 1 de cada 3 muertes fueron de origen cardio o cerebrovascular.
Uno de los factores de riesgo modificables que explica gran parte de esta carga de enfermedad es la hipertensión arterial (HTA). Su prevención, diagnóstico y tratamiento requieren de un trabajo complejo articulado entre múltiples actores. La iniciativa HEARTS y la cartera sanitaria nacional desarrollan acciones concretas para poder lograrlo.