Doce muertos en un operativo de traslado de presos de la cárcel más grande de Paraguay

Además, cerca de 30 resultaron heridas, entre policías, militares y presos, durante un operativo de traslado de reos. La principal cárcel de Paraguay fue virtualmente tomada por el grupo criminal Clan Rotela.

Doce personas murieron y más de 30 resultaron heridas, entre policías, militares y presos. Fue durante un operativo de traslado de reos que se realizó ayer en la principal cárcel de Paraguay, la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. Virtualmente, el predio estaba tomado por el grupo criminal Clan Rotela. La intervención de las fuerzas de seguridad fue “histórica y sin precedentes”, según el presidente Santiago Peña.

Crónica de un traslado con homicidios
Tras la primera información sobre la muerte de un policía, siguió el anuncio de que también fallecieron siete presos. Horas después, el jefe de la Policía Nacional, Carlos Benítez, elevó a nueve el número de detenidos muertos, con lo que la cifra subió a diez.

Bien entrada la tarde, el forense Pablo Lemir informó que otros dos presos fallecieron, lo que completa la cifra de doce muertes: un policía y once detenidos. Benítez dijo además que la penitenciaría estaba “totalmente controlada” y que trasladaron a 700 detenidos -todos con el torso desnudo y esposados- a otros centros.

“Con firmeza y determinación, realizamos una operación histórica y sin precedentes con el fin de construir un país más seguro para nuestras familias”, expresó Peña en un mensaje televisado, tras el operativo.

El mandatario aseguró que por décadas el penal de Tacumbú se convirtió en un centro desde donde operaban grupos criminales. “Planeaban asaltos y distribuían estupefacientes que envenenan a más de 90.000 jóvenes de Asunción y localidades del departamento Central”, comentó.

Uno de los presos a trasladar era Armando Javier Rotela, líder del llamado Clan Rotela. Una organización, que según las autoridades, era la responsable de buena parte del negocio del narcotráfico en el país. Videos publicados por medios de Asunción muestran cuando Rotela se entregó, tras un fallido intento de negociación, en calzoncillos, remera y medias.

Un agente muerto
La Policía identificó a Martín Mendoza, del Grupo Lince, como el agente muerto en el operativo. Recibió un balazo en la cabeza de un integrante del círculo de seguridad de Rotela, que, aparentemente, usaba armas semiautomáticas.

La fuerza reveló que además había 36 policías heridos, una docena por armas de fuego y dos se encontraban en estado reservado. Ninguna de las autoridades detalló la causa de las muertes de los presos, pero se sabe que hubo fuertes enfrentamientos. Principalmente, hasta llegar a la zona del penal donde se ubicaba Rotela. Allí vivía con su esposa embarazada y tenía muchas comodidades.

Cuando el forense Lemir reveló las dos últimas muertes, afirmó que hay cuerpos “con lesiones de armas de fuego”, sin dar más detalles. El objetivo del operativo que se inició en la madrugada era retomar el control de la penitenciaría nacional y trasladar a privados de libertad. Así lo explicó a la prensa el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, citado por la agencia de noticias Sputnik.

Nicora precisó que se retiró a cerca de 700 reclusos del penal de Tacumbú para ser reubicados.

Fuera de la cárcel, familiares de los presos, en su mayoría mujeres, reclamaban información sobre ellos. Mientras, topadoras derribaron varias casillas y puestos de ventas de mercaderías.

Operativo Veneratio

El Gobierno había admitido que la idea de sacar al jefe narco de esa cárcel apuntaba a la “eliminación del sistema de gerenciamiento desde Tacumbú de la distribución de estupefacientes”.

El ingreso de las fuerzas de seguridad se ejecutó cinco días después de una importante requisa. Actuó personal de inteligencia en el marco de las preparaciones para el operativo de ayer.

Peña insistió con la “misión patriótica” que significó el operativo. Lamentó la muerte del suboficial Mendoza, “quien con mucho valor y sentido del deber dejó su ejemplo de determinación para seguir luchando contra los grupos criminales”.

El operativo cumplió las expectativas del Gobierno
El presidente ratificó que su Gobierno está decidido a llevar adelante “un modelo que convenga a toda la sociedad, apoyado por un fuerte modelo de trabajo para la reinserción”. Esto “solamente se logrará si se descomprimen las penitenciarías y se limpian de los elementos que las pudren”, advirtió.

“Vamos a seguir en la lucha por un Paraguay más seguro y esta acción que estamos llevando adelante es un paso importante para lograrlo”, expresó.

El Ministerio de Justicia, en tanto, anunció que la seguridad de las otras penitenciarías del país se reforzaron para evitar posibles motines. “La seguridad de las otras penitenciarías está siendo reforzada; eso se estableció en la mesa de trabajo. Se dejó claro que el problema no es solo en Tacumbú y que podríamos tener réplicas en otros lugares”, explicó Nicora a la emisora 730 AM.

La población carcelaria de Paraguay es de unas 16.000 personas distribuidas en 18 penitenciarías.

Clan Rotela
El Clan Rotela es una organización criminal “de alcance nacional, que controla gran parte del tráfico de estupefacientes dentro y fuera de las prisiones“, según el sitio especializado Insight Crime.

El grupo mantiene una puja por territorios con el Primer Comando Capital, de origen brasileño. Una fuerte pelea entre reos de ambas organizaciones dejó nueve muertos en 2019 en la cárcel de San Pedro.

En octubre, los reos que responden al Clan Rotela protagonizaron un motín de casi 20 horas y retuvieron a varios agentes, entre ellos al director, Adán Jesús González Álvarez.

El penal de Tacumbú está en un barrio de Asunción, aloja a cerca de tres mil presos. Aunque, su capacidad es para 1.500. Es considerado uno de los más peligrosos del mundo.