César Caytano (23) es el nombre del joven acribillado a balazos anoche en la localidad de Bernardo de Irigoyen y, mientras los investigadores continúan atando cabos, toma más o más fuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas vinculado -una vez más- al comercio de frontera.
La teoría se desprende, en principio, por el método de ejecución del crimen, pero también por la identidad del muchacho asesinado, sobre quien se pudo establecer que era hijastro de Lindomar De Oliveira Cunha, comerciante y también cambista que el 3 de mayo del año pasado fue ultimado a tiros por mercenarios brasileños.
Respecto al crimen en sí, las fuentes consultadas por La Voz de Misiones reconstruyeron que ocurrió anoche, cerca de las 21, mientras Caytano estaba en la casa de un conocido en el barrio Vista Alegre en compañía de un tercer sujeto y hasta ese lugar arribaron tres delincuentes armados, quienes invadieron la propiedad desde el patio e iniciaron una ráfaga de disparos a corta distancia.
En el ataque Caytano sufrió al menos nueve disparos y alcanzó a ser trasladado al hospital local, pero falleció a los pocos minutos como consecuencia de múltiples proyectiles recibidos.
De los asesinos se cree que en total fueron tres, quienes actuaron encapuchados y huyeron de la escena a bordo de un Volkswagen Golf que luego apareció abandonado a pocas cuadras.
En la escena del crimen, el personal de Criminalística alcanzó a recoger un proyectil deformado y seis vainas servidas correspondientes a municiones calibre 9 milímetros, lo cual deberá ser cotejado con las heridas de bala producidas en Caytano, cuyo cuerpo fue trasladado a la morgue para ser sometido a un examen de autopsia.
Las mismas fuentes también señalaron que en el lugar se incautó una suma de dinero en efectivo, tanto en pesos como en reales, que sería propiedad de la víctima.
En la continuidad de la pesquisa, el magistrado Ariel Belda Palomar, titular del Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro, interviniente en la causa por cuestiones de jurisdicción, dispuso que tanto el dueño de la casa donde ocurrió el hecho como el tercer sujeto que estaba presentado el momento del crimen queden preventivamente demorados hasta que declaren sobre lo sucedido.
En paralelo, efectivos de diversas dependencias de la Unidad Regional XII continúan con los trabajos de campo y ejecutado operativos cerrojos en puntos estratégicos de la ciudad a fin de dar con los tres sospechosos, quienes serían de contextura física delgada y tendrían acento portugués.
El caso Lindomar y el sicariato en la frontera
Caytano era hijastro de Lindomar De Oliveira Cunha, comerciante y cambista que también encontró su muerte a tiros.
El asesinato de Lindomar se registró el 3 de mayo del año pasado, cuando dos delincuentes brasileños en moto estacionaron a la par de su Toyota Corolla y tras un breve intercambio de palabras abrieron fuego.
En total, el comerciante recibió seis disparos, la mayoría en el cráneo, y fue trasladado al hospital, pero el desenlace era inevitable.
Luego del crimen, los autores del hecho huyeron en dirección hacia Brasil aprovechando la permeabilidad de la frontera seca y nunca más hubo avances al respecto.
El asesinato de Lindomar fue el quinto homicidio cometido con tintes mafiosos en dos años. El número ahora ascendió a seis y vuelve a ubicar a Irigoyen como uno de los puntos más calientes de la provincia.
Fuente: La Voz de Misiones