El obispo dijo que la libertad no es suficiente si no está acompañada por políticas públicas

Provinciales07 de marzo de 2024Redacción RMMRedacción RMM

Monseñor Bitar planteó las consecuencias del ajuste, pero también lo que representó la administración anterior. Pidió fortalecer una patria más justa, más fraterna y más solidaria.

 sm

El obispo de Oberá, monseñor Damián Bitar fue uno de los firmantes del documento que se conoció hoy denominado “Construyamos juntos la fraternidad; reflexiones Pastorales de los Obispos del NEA al pueblo de la Región Memoria histórica”. Lo hizo por Misiones junto a sus pares de Posadas, monseñor Juan Martínez, y de Puerto Iguazú, monseñor Nicolás Baisi, y junto a los demás integrantes de las otras tres provincias del NEA, Chaco, Formosa y Corrientes. Sostuvo que la libertad no resulta suficiente si no está acompañada por el Estado a través de políticas públicas, de asistencia de emergencias inmediatas. Repasó como se recibió el país, pero también el ajuste actual que está provocando situaciones muy delicadas.

 sm (1)

¿El documento conocido hoy surgió de la reunión celebrada la semana pasada entre los diez obispos del NEA?
Exactamente. Nos reunimos en la ciudad correntina de Santo Tomé, como lo hacemos todos los años, en la primera parte del año, los 10 obispos del NEA. En el caso de Misiones somos tres, el de Posadas, el de Iguazú y el de Oberá. De la vida de nuestras diócesis hemos reflexionado, sobre la realidad de la región y del país. Con motivo de los 40 años de vida democrática, está circulando un pequeño documento, como reflexiones pastorales para la comunidad católica y las personas de buena voluntad. El título de las reflexiones es “Construyamos juntos la fraternidad”, en el cual abordamos diversos aspectos de la realidad religiosa, moral, social y económica en esta hora tan compleja que vivimos como patria y como región.

En ese sentido, ¿Observan un deterioro general sobre todos estos aspectos?
Lamentablemente es así. De hecho, en el punto tres del documento, citando una palabra de toda la Conferencia Episcopal de abril del año pasado, decimos que vemos con dolor cuánto desaprovechamos las posibilidades que teníamos de construir una Argentina pujante y feliz a 40 años de la recuperación de la democracia. Creo que es un dato inobjetable, aun con logros gracias a Dios que se dieron en estos cuarenta años, sobre todo el afianzamiento del sistema democrático. Indudablemente que las deudas pendientes son grandes y las heridas son hondas en el tejido social de nuestra patria, nuestra sociedad y de las familias. Incluso, es triste decirlo, pero los signos de decadencia ética y moral en nuestra patria son hondos. Ojalá entre todos construyamos una patria nueva. Ese también es el fin del mensaje. Una mirada realista, pero también como cristiano, esperanzadora si fortalecemos las bases de una patria más justa, más fraterna y más solidaria.

Aquello que planteaba Alfonsín de que con la democracia se come, se educa y cura, ¿Es aún una gran deuda pendiente?
Totalmente y es una expresión que no olvidamos del primer presidente de la Nación tras la recuperación de la democracia. Ojalá tengamos inflación cero, lo necesitamos, pero también hambre cero y corrupción cero. Son los deseos y aspiraciones. Indudablemente que una de las deudas y heridas hondas son las que lastiman la dignidad humana en estos campos mencionados en primer lugar. Incluso podemos partir de uno de los primeros derechos, que es el derecho a la vida. Reafirmamos que la muerte no construye democracia, como tampoco la pobreza, la marginación o el descarte. Tampoco construye democracia, la corrupción. Afirmamos con contundencia que hemos retrocedido vergonzosamente como patria y como familia argentina la legalización del aborto, que desde la aprobación de la ley y con datos constatables, se ha llevado la vida de más de 300 mil argentinos inocentes. Si a eso le sumamos el narcotráfico, la pobreza, la inflación, la marginación y los hechos de corrupción, indudablemente hay mucho camino por hacer.

¿Hay otros derechos esenciales de perderse en este gobierno de Javier Milei?
Bueno, este gobierno hace tres meses que ha asumido. Y sin dudas recibió una herencia bastante compleja. Eso también es realismo puro. Veníamos atravesando una situación muy compleja sobre todo con la inflación, con la emisión descontrolada, los subsidios, el dólar pisado. Sabíamos que el que asumiera, un giro iba a tener que dar. Ojalá dentro de este ajuste feroz -porque sabemos que una nación no cambia en tres meses o cuatro años-, ojalá nos vayamos poniendo de pie y pueda haber inversiones y se pueda generar trabajo para que no haya desocupación y empiece haber un círculo virtuoso. Pero también afirmamos que la libertad tiene que estar unida a la fraternidad y a la solidaridad, sólo con libertad puede haber una gran cantidad de personas, sobre todo los más carenciados, los más necesitados, el sector de gente que está marginada que, si no está acompañado por el Estado a través de políticas públicas, de asistencia de emergencias inmediatas, podemos vivir situaciones muy delicadas como las que ya se están dando. De hecho, aquí en el obispado uno lo ve todos los días cuando va recibiendo gente que no sólo pide un trabajito, sino comida o una ayuda para pagar la luz o pagar el alquiler. Hacemos lo que podemos desde Cáritas, pero son situaciones que a veces nos desbordan.

Ojalá la clase dirigente, empresariales, sindicales y los que tienen un poquito más, tengamos grandeza de alma en esta hora de nuestra patria, que creo que es decisiva. Estamos como en un tiempo bisagra: o salimos y despegamos o corremos el riesgo de entrar en un proceso de decadencia que es muy penoso y en ese marco es muy delicada la tentación de la violencia, de todos los órdenes, que ya está afectando a las familias. En estos momentos debemos tener, grandeza de alma, acrecentar y apostar siempre al diálogo. (El Territorio)

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email