Té: un cultivo, seis variedades y un mundo infinito de aromas y sabores

Provinciales28 de mayo de 2024Redacción RMMRedacción RMM

En la siesta del domingo se realizó una charla y degustación de té en hebras. Fue en el Museo Histórico y Arqueológico Andrés Guacurarí de la ciudad de Posadas. Amantes de la infusión asistieron a un viaje a lo profundo de la cultura milenaria del té, dirigido por Ryan Hollibaugh, director de la Academia Pei Chen Palace de la ciudad de Buenos Aires.

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Ryan visita la provincia desde hace casi una década. Trabaja con productores tealeros en la promoción de la infusión, la manufactura y la mejora de sistemas productivos de las hebras de té puro. En Misiones, la industria tealera destina casi toda la producción al té negro. En los últimos años, sobre todo la colectividad japonesa, comenzó a producir té verde en hebras. También existen otros productores que comenzaron el camino de la especialización y comercializan tés blancos, amarillos, Wulong  y rojos.

Las seis variedades de preparación de las hebras de té para consumo son: verde, blanco, amarillo, Wulong, rojo y negro. Aquí una salvedad para orientar al consumidor. Lo que en Misiones se denomina té negro en el mundo se conoce como rojo. Además, el té que se comercializa a nivel mundial como negro, está compuesto de brotes aptos para ser añejados y tienen una presentación de ladrillos circulares. Cada una de estas variedades se clasifica según el momento en que se cosecha el brote, su tratamiento y preparación para la comercialización.

El desafío para los productores misioneros es lograr una identidad del té que se produce en la tierra colorada. A nivel mundial, y de a poco en el país, se comenzó a brindar la posibilidad, a comensales de disfrutar un té puro elegido y maridado por el chef para el menú sugerido. El valor agregado de la infusión impacta de forma muy positiva en los productores y también en la cadena gastronómica de Argentina y Latinoamérica.

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Historia del té y su desarrollo a nivel mundial

El recorrido histórico del té comenzó en China hace unos cinco mil años. Con el tiempo, las semillas se trasladaron a Corea y luego a Japón. Fueron los japoneses, desde hace unos dos mil años, quienes perfeccionaron la infusión tal y como la conocemos en occidente. El imperio inglés fue el responsable de la masificación del consumo de este lado del planeta, gracias al monopolio del comercio y la extensión del cultivo a países africanos e India. 

Por las características de las hebras, su preparación y almacenamiento, en China el de mayor consumo es el té verde. Los ingleses, por los largos períodos de transporte en barco, tuvieron que destinar a la comercialización los negros y rojos. Eran los únicos que soportaban el viaje sin oxidarse y mantenían sus características. La producción en Misiones comenzó hace 101 años, y se destinó al mercado inglés. De ahí que el de mayor producción sea el rojo.

Degustación de aromas y sabores

En China la infusión se prepara en un recipiente cerámico del tamaño de un mate, con tapa. Las hebras se colocan en la vasija y luego se agrega agua hirviendo. Tras un período de tres a cinco segundos se trasvasa el licor obtenido a una jarra de vidrio. Esta secuencia se realiza hasta unas 15 o 20 veces con el mismo contenido de hebras iniciales. La infusión se sirvió a los presentes en cuencos cerámicos.  Al igual que la yerba mate, la calidad de las hebras determina la cantidad de veces que podrá ser reutilizada. 

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