Redes criminales de cazadores brasileros atacan la selva misionera

Provinciales28 de noviembre de 2024RedacciónRedacción
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Grupos organizados de cazadores atrapan y matan yaguaretés, pumas, venados, monos carayá y tapires, entre otros animales de la selva misionera. Parte de la carne es comercializada a restaurantes brasileños o enviada a Europa y Asia.

De solitarios cazadores furtivos en la selva misionera, pasaron a conformarse grupos de depredadores fuertemente armados provenientes mayoritariamente de Brasil, con uso de logística para detectar los controles y de ser necesario, resistir un eventual arresto o secuestros de sus armas.

Este es el peligroso escenario que deben enfrentar los guardaparques, según afirmó el jefe del departamento de Sistema de Áreas Naturales Protegidas del Ministerio de Ecología, Jorge Bondar. “Estos cazadores son cada vez más violentos y poseen armas más potentes. No se entregan, sino que disparan de inmediato”, resumió. Recordó que desde el año 2015, el cuerpo de guardaparques porta armas en Misiones.

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“El armamento y los chalecos, provistos por el gobierno Provincial, son herramientas fundamentales. Sin ese equipamiento no se puede pensar en llevar adelante ninguna acción ante estas organizaciones criminales”, aseguró Bondar.

Caza con fines comerciales

Estos cazadores furtivos, en su mayoría provenientes de Brasil, han intensificado sus operaciones en áreas protegidas porque ya no solo cazan como una práctica antigua, sino que lo hacen con fines de comercialización. De esta manera, lo transforman en un negocio: venden los animales cazados a compradores de otros países y continentes.

El funcionario detalló que: “el mercado asiático busca en América Latina, en países como Bolivia y Argentina, huesos y colmillos de yaguareté”.

Zonas rojas

 Las zonas consideradas rojas son los espacios de selva misionera en sectores limítrofes con los estados brasileños de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná. Los cazadores tienen en la mira constantemente a la Reserva de Biosfera Yabotí y a los parques provinciales Piñalito, Urugua-í y Horacio Foerster.

De esta manera, las zonas más críticas abarcan “desde San Antonio, pasando por Andresito a Biosfera Yabotí, cuyos límites son totalmente permeables. El río Pepirí Guazú, en épocas de sequías es atravesado a caballo o en moto”, acotó. 

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En este contexto es donde desempeñan sus actividades los guardaparques. Bondar si bien reconoce que suelen contar con la colaboración de las fuerzas provinciales y federales, entiende que se requiere de una presencia más efectiva: “Tenemos casi 200 kilómetros de fronteras muy permeables y dentro de nuestros límites, estos cazadores operan hasta 15 kilómetros. Es muy difícil trabajar en la selva y rastrearlos”, observó.

Represalias

Además, explicó el modus operandi de estos grupos criminales: “Si el operativo de los guardaparques sale bien y estas personas son detenidas y expulsadas del país o sus campamentos son destruidos, está el riesgo de las represalias. Hemos tenido destacamentos incendiados por cazadores, como los de Foerster (también baleado), y el del Parque Provincial Esmeralda. Incluso a través de emisarios amenazan a los guardaparques. Pasó en localidades como Comandante Andresito o San Pedro”.

Cazadores organizados con cómplices locales

Como muestra de que llegan para depredar todo lo que están a su alcance, señaló que “hay una red importante de gente con campamentos muy bien organizados en medio de la selva hasta con grupos electrógenos”.

Pero a su vez, advirtió la conexión local. “Los lugareños contratados ofician de guías, hacen de inteligencia para los cazadores”. El trabajo local, según el responsable del área, no termina allí. “Mantienen los cebaderos artificiales del monte y cuidan los campamentos dentro de la selva, para que cuando lleguen estos infractores, por lo general personas acaudaladas, tengan todo despejado”.

La campaña en Misiones

El viernes 22 de noviembre, en Campo Grande, el gobernador Hugo Passalacqua participó del lanzamiento de la Campaña “En Misiones no se caza”. Desde la provincia detallaron que la iniciativa tiene como objetivo sensibilizar a la población acerca de la protección de la vida silvestre y la convivencia armónica con el ecosistema.

Según datos oficiales, en lo que va del año, se desarticularon más de 100 operativos relacionados con la caza furtiva, una problemática creciente en el territorio provincial.

Con información de El Territorio

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