Proponen crear un Centro de Atención para Personas Violentas en Misiones
Provinciales13 de diciembre de 2024Redacción RMMEste mes se presentó un proyecto en la Legislatura de Misiones para tratar a personas violentas con programas conductuales, grupales y capacitaciones.
La abogada misionera Nadia Gibaja presentó recientemente un proyecto en la Legislatura de Misiones que propone un enfoque innovador sobre la violencia, ampliando el abordaje tradicional que solo se centra en las víctimas. La letrada comentó a Canal 12 plantea que, si bien es esencial atender a quienes sufren la violencia, es igualmente importante intervenir en la raíz del problema: la persona que ejerce violencia. La propuesta tiene como objetivo crear programas de tratamiento y capacitación para individuos violentos, con el fin de modificar su conducta y evitar que perpetúen el ciclo de violencia.
“El tema de la violencia se aborda siempre desde la perspectiva de la víctima, lo cual está bien y es necesario, pero no se trabaja lo suficiente con la otra parte del problema: la persona que ejerce violencia“, explicó. Según la abogada, es fundamental no solo cortar el ciclo de violencia en el momento de su manifestación, sino también prevenir que la persona violenta lo repita en sus futuros vínculos. Por eso, a través de programas de tratamiento conductual, los agresores pueden ser reeducados y aprender a manejar sus impulsos y emociones de manera saludable.
El foco está en tratar a las personas violentas para corregir su comportamiento
Además, Gibaja detalló que se estima que entre un 7% y un 10% de las personas que ejercen violencia son consideradas patológicas, es decir, presentan trastornos que no les permiten reconocer o corregir su comportamiento. “Estos individuos no pueden modificar su conducta, ya que a menudo tienen trastornos de personalidad que impiden su autorreflexión”, indicó. Sin embargo, destacó que la mayoría de los agresores, al atravesar procesos terapéuticos, pueden cambiar su comportamiento. Para ello, propusó no solo terapias individuales, sino también espacios terapéuticos grupales y capacitaciones, que les permitan reconocer los patrones de violencia que tienen internalizados.
La profesional destacó que no se debe ver la violencia solo como un problema individual, sino como un fenómeno social que se reproduce en diversos ámbitos.”Es necesario trabajar en la deconstrucción de ciertos patrones de pensamiento y comportamiento que, muchas veces, se naturalizan en la sociedad y se transmiten de generación en generación”, señaló. Así, la propuesta no solo busca la reeducación de los agresores, sino también el acompañamiento para su reinserción social, para que puedan generar relaciones saludables y no vuelvan a ejercer violencia en el futuro.
Asimismo, el proyecto contempla que la participación en estos programas sea voluntaria, pero también se plantea la posibilidad de que un juez pueda ordenar el tratamiento en casos donde la violencia haya sido una constante. La idea es ofrecer a los agresores una alternativa que les permita rehabilitarse y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de las víctimas. Es más, Gibaja enfatizó que este tipo de iniciativas estén dentro de estructuras ya creadas, para evitar que el presupuesto se vea comprometido y, a la vez, maximizar el impacto social.
La iniciativa beneficiará a una sociedad libre de violencia
“Las capacitaciones no solo abordan las consecuencias de la violencia, sino que también se centran en la prevención, enseñando a los agresores a identificar sus propias emociones y a gestionar los conflictos de manera pacífica”, detalló Gibaja. En su opinión, una intervención temprana y adecuada puede transformar el comportamiento de las personas violentas, evitando así que continúen afectando a su entorno familiar, laboral o social. La propuesta también incluye espacios donde los participantes puedan compartir experiencias y aprender de otros que atraviesan situaciones similares.
Por ultimo, la abogada resaltó que este tipo de intervenciones no solo benefician a los agresores, sino que también contribuyen a la construcción de una sociedad más saludable y libre de violencia.