El juego de azar: cuándo es un problema y cómo pedir ayuda

En su visita a los estudios de C6Digital, la psicóloga (MP. 748) Marisa Seewald, del área de Juego Responsable del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC) habló sobre el juego de azar. Cómo reconocer cuando se está volviendo un problema y dónde pedir ayuda.

 
“Es una actividad de ocio y entretenimiento, que algunas persona pueden realizarlo de forma saludable y otras no. Esto depende de muchos factores. La que juega de forma responsable, ejerce el juego teniendo en cuenta sus circunstancias económicas, personales y de salud; de forma que la actividad sea divertida, pero sana y controlada. Hay personas que no pueden controlar esto; aumentan de la intensidad, la frecuencia y del dinero y puede convertirse en un problema”, explicó la profesional.

Sin embargo, desde el área de juego responsable, recalcan que “la persona puede pedir ayuda a tiempo cuando se da cuenta que su juego se está volviendo inmoderado para no desarrollar una patología“.

“Hay diferentes momentos. A veces se da cuenta la persona, o un familiar cercano”, señaló la psicóloga. Algunos signos de advertencia son:

gastar dinero que tal vez está destinado a cosas importantes;
la persona tiene cambios de humor bruscos;
se enoja cuando se interrumpe el juego;
problemas en el ámbito laboral o familiar;
Autoexcluirse
“La autoexclusión es una de las herramientas de ayuda durante el proceso de rehabilitación o tratamiento. La realizamos tanto en nuestra oficina, en el área de juego responsable, como en cualquier sala de juego de la provincia”, dijo Seewald.

 
Al respecto, indicó: “Es un trámite voluntario y personal, solicitado por la persona que se da cuenta que su juego se está volviendo inmoderado o que tiene la adicción al juego. Al firmar, habilita a que las salas de juego no le permitan ingrear por dos años; después se puede renovar“.

“Si realiza el trámite, es porque tiene consciencia que esto le produce algún tipo de problema. Es bueno porque se acerca a pedir ayuda. Es una herramienta complementaria en todo el proceso, que ayuda sobre todo al momento de evitar el estímulo; principalmente para evitar la recaída”, subrayó la psicóloga.

En ese sentido, remarcó que “lo más importante es el acceso a un tratamiento individual con un profesional, porque ahí uno trata cuestiones detrás del por qué de esa conducta compulsiva”.

  
“Hay un pensamiento mágico que marca esto, de que realmente se va a volver a ganar. Por eso están los dichos ‘hoy es mi día de suerte’, ‘soñé que iba a ganar’; que si alguna vez gané plata, recupero lo que perdí en otra ocasión. Predomina ese pensamiento en la persona”, acotó la psicóloga.

 
Además, puntualizó que estudios determinan que influyen:

factores genéticos, en mejor grado, si hay integrantes que hayan padecido algún tipo de adicción;
los mecanismos de defensa psicológicos, es decir, cómo enfrento los distintos momentos de la vida.
“Entre la franja etaria más afectada estadísticamente al principio era de entre 30 y 45 a 50 años; aproximadamente. Pero también hemos evidenciado edades desde los 25 años para arriba”, agregó.