El torneo de Urutaú Flight: más que un videojuego, una marca en el presente y futuro misionero

Provinciales01 de julio de 2023Redacción RMMRedacción RMM

La competencia del primer juego creado 100% en Misiones reunió a 18 escuelas posadeñas, que disputaron un premio de 50 mil pesos. En total 54 alumnos participaron, con el acompañamiento de varios profesores. Se buscó promover la educación y el desarrollo integral de los adolescentes, contó con la organización de la Dirección General de Juventud de Posadas y el Silicon Misiones, junto a Misiones Gamer. 

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Este viernes el mundo del gaming se volvió a apoderar de los corazones misioneros, en especial de los jóvenes que participaron del primer torneo de e-sports (deporte electrónico) intercolegial con un videojuego programado, diseñado y elaborado por misioneros, Urutaú Flight. En esta contienda 18 escuelas posadeñas presentaron a sus mejores competidores elegidos entre cientos de alumnos, los cuales se enfrentaron entre sí hasta que solo uno se pudo llevar los 50.000 pesos en premios, además de la gloria de coronar a su escuela como campeona. 

“Los videojuegos son una gran herramienta educativa, por ahí uno piensa que simplemente es jugar, pero esto es una herramienta que inclusive se practica profesionalmente. Lo que buscamos con este torneo es resaltar que es un juego hecho por jóvenes, e incentivar a otros para que puedan crear el suyo a través de los cursos de Silicon, el Polo TIC y los demás miembros de esta comunidad educativa”, expresó Víctor Álvarez, director general de la Juventud de la Municipalidad de la ciudad de Posadas. 

En este marco el gran protagonista de la tarde fue Urutaú Flight, un juego sencillo de entender, pero que abarca una gran sintonía con aspectos fundamentales de nuestra tierra, como es la representación de la fauna local y los paisajes más conocidos de nuestra capital. Entre estos se pueden notar la costanera en diferentes tramos con cada una de sus características y la famosa estatua del mayor prócer misionero, Andrés Guacurarí.

Pasando de lo estético, el videojuego es la representación del progreso misionero en el mundo del gaming y los deportes electrónicos, algo que se viene fomentando desde los inicios de los cibers en la provincia, pasando por los torneos Mortal Kombat en las famosas convenciones animé y las contiendas del milenario shooter (juego de disparos) Counter-Strike 1.6, los cuales se jugaban de forma clandestina -a escondida de los profesores- en las salas de computación de las escuelas. 

Institucionalmente, el Polo TIC Gamer junto a Misiones Gamer fueron los precursores de los torneos organizados, dejando atrás lo mal visto que eran estas prácticas -a ojos de los adultos- e incentivando la profesionalización de los jugadores. Lo que demostró que no sólo es un pasatiempo, sino una carrera, una profesión y una industria que mueve millones de dólares por año.

Una cafetería para algunos y un estadio para otros
El inicio del torneo fue relativamente tranquilo, ya que los ánimos y el nerviosismo seguían presentes en los jóvenes que por primera vez se encontraban en una competición de este índole. Pero no menos emocionante, el primera raun sentó a los 18 jóvenes -que representaban a cientos de estudiantes- en una ronda de supervivencia donde poco a poco las manos temblorosas de algunos fueron cediendo, mientras que otros se mantuvieron firmes y pasaron a los octavos de final. 

Pasada la tormenta inicial, el fuego en los jóvenes restantes fue creciendo. Para la segunda y tercera ronda los participantes empezaron a despertarse y más cuando vieron las dos mesas preparadas en donde se enfrentarian de dos en dos para buscar un puesto en las semifinales. Entre palmadas en la espalda y palabras de aliento por parte de sus compañeros y profesores, los alumnos lo dejaron todo para sumar puntos en Urutaú Flight.  

“La verdad fue una gran competencia, pese a no poder pasar de semifinales, siempre se va aprendiendo algo nuevo. Es un juego muy bueno, y para mí es fácil, pero te juega un poco con la mente ya que te logra marear”, detalló Sofía Da Silva de la Escuela Secundaria de Innovación, una de las mejores jugadoras de Urutaú Flight, la cual logró el mayor puntaje superando incluso al campeón. Además fue ganadora del torneo previo que organizó la Escuela Secundaria de Innovación.

En este punto el compañerismo y las risas no faltaban entre la tribuna, algunos lanzaban cánticos al ritmo de su escuela como si se tratase de un estadio con dos grandes equipos de fútbol enfrentadose. Pese a la emoción el respeto no faltó, los competidores se saludaban como verdaderos caballeros antes y después de empezar a jugar, además -sin saber quienes eran y sin haber tenido interacción antes- los equipos se pasaban datos mientras practicaban entre ellos. Estos actos dejaron en claro la verdadera naturaleza de una competencia de e-sports misionera. 

Dejando de un lado el aspecto social y regresando al torneo, la semifinal se vivió con mucha tensión dado a que las partidas duraron varios minutos, lo que demostró la profesionalidad de los que quedaban. Después de dos arduas contiendas, el joven Joaquín Chamorro -alumno de la de EPET N° 36- fue coronado victorioso y se llevó un merecido premio de 50.000 pesos, además del logro atemporal de ser el primer campeón de un juego 100% misionero. 

La enseñanza en todos sus aspectos 
Más allá de las caras jóvenes y los uniformes, varios docentes se vieron envueltos en una marea de alegría y festejos que tan solo unos pixeles generaban en sus estudiantes, algo extremadamente desconocido para ellos y su generación. A diferencia de la creencia de que lo nuevo y desconocido asusta, estos profesores apoyaron a sus alumnos en todo momento, desde su salida victoriosa hasta su caída.

“La verdad no entiendo mucho que se hace dentro del juego, pero estoy acompañando a los jóvenes que participan en el evento, porque me parece que es una herramienta positiva que permite el crecimiento de los chicos, porque en fin eso agiliza su mente y los hace pensar. Realmente es fundamental contener a nuestra juventud”, explicó el profesor de la EPET N° 36, José Garallo.

Por su parte, Luciana Zamorano, profesora del colegio BAPAyC, alegó que “es una ayuda para que los chicos vean que es posible, a través de una formación como desarrolladores de software y toda la innovación educativa, poder vislumbrar la posibilidad de lograr un producto tan noble como este videojuego”. 

Otro aspecto que resaltaron los docentes fue lo que el videojuego de Urutaú Flight representaba en sí mismo, un plasmado de lo misionero. “No hay que olvidar de que este es un videojuego hecho en Misiones, que además muestra la iconografía local, la fauna y la historia de nuestra provincia”, agregó Zamorano.

Este gran torneo deja ver que los videojuegos son algo más que una supuesta distracción, y lo transforma en una herramienta pedagógica que va ganando terreno en la provincia y en el mundo, abriendo un sinfín de puerta para los jóvenes misioneros quienes, por lo que se ha demostrado hasta ahora con cada competición hecha en la provincia, no tienen miedo de demostrar lo que les gusta y apasiona, dejando a un lado los prejuicios mientras se forman en lo que podría ser su verdadera vocación.

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