El drama que vive la familia de Matías Chirino, el subteniente que murió en un “bautismo” militar en Corrientes: “Estamos muertos en vida”
General12 de octubre de 2024Redaccion RMMLa familia de Matías Chirino, el subteniente que murió durante un “bautismo” militar en Corrientes, enfrenta un drama profundo tras la trágica pérdida de su hijo.
Ezequiel Chirino, padre de Matías, se quedó sin empleo poco después de su muerte y ha tenido que someterse a siete cirugías debido a problemas de salud. “Yo tengo siete cirugías y cuando me pongo nervioso se me bridan los intestinos”, confesó Ezequiel, quien ahora se sostiene con el sueldo de empleada doméstica de su esposa y el de su hija menor, Ariana, que también estudia.
Matías Chirino, de 22 años, falleció tras haber sido supuestamente torturado en un ritual de iniciación del Ejército Argentino en Paso de los Libres. “Estamos muertos en vida”, sentenció Ezequiel, quien enfrenta no solo el dolor por la pérdida de su hijo, sino también una grave crisis económica. Desde la muerte de Matías, la familia ha tenido que adaptarse a una nueva realidad que les ha cambiado la vida “del día a la noche”.
El juicio por la muerte de Matías comenzó recientemente, y Ezequiel, su esposa Mónica y su hija Ariana están presentes en cada jornada. “Son días duros. Mi señora también está destruida. Estamos todos con tratamiento psicológico”, explicó Ezequiel.
El padre del joven recordó con nostalgia los momentos compartidos, como los asados familiares que realizaban los domingos: “No lo usé más, me trae muchos recuerdos. Me es imposible entrar ahí, hasta el día de hoy es que no puedo”, refiriéndose al parrillero que no se usa desde la tragedia.
A lo largo de los años que Matías estuvo en el Colegio Militar, Ezequiel mantenía contacto diario con él. “Todas las santas mañanas le mandaba un mensaje que decía ‘buen día flaquito, ¿cómo andás?’. Durante ese tiempo en Buenos Aires, todo el tiempo hablábamos con él y lo acompañábamos”, recordó su padre.
“Imaginate que te quiten la vida de tu hijo a días de iniciar su carrera que le costó cuatro años y medio. Lo obligaron a ir antes y jamás pudo llegar al 20 de julio, donde iba a tener la autorización para comenzar su carrera”, remarcó Ezequiel, quien se prepara psicológicamente para escuchar a los acusados durante el juicio. “Seguramente van a querer desviar todo lo que hicieron, va a haber mentiras que mi hijo no puede responder”, agregó con evidente angustia.