Especialista en dermatología brindó consejos para cuidados de la piel e impedir enfermedades: “La prevención primaria consiste en evitar la radiación solar”

Salud24 de noviembre de 2024Redaccion RMMRedaccion RMM

Gabriela González Campos, jefa de dermatología del Hospital Madariaga, participó del programa Día 7, y se refirió a los cuidados de la piel para evitar el cáncer. En ese sentido, advirtió que la exposición al sol, incluso en días nublados, puede causar daños acumulativos en la piel que derivan en manchas, arrugas e incluso cáncer. Estos peligros se acentúan en lugares tan soleados como Misiones, por lo que las medidas preventivas resultan de especial importancia.

“La radiación solar se acumula en la piel y puede generar arrugas, manchas y cáncer de piel”, afirmó. Según la especialista, este daño es progresivo y muchas veces inadvertido. “Nosotros vivimos al sol, adentro del auto recibimos las mismas radiaciones también”, agregó.

 
La dermatóloga explicó que las quemaduras solares no solo ocurren durante exposiciones prolongadas en playas o piletas, sino también en actividades cotidianas. “A veces, por ejemplo, en verano estamos en una pileta y porque está nublado decís: ‘No pasa nada porque está nublado’. Después, a la noche, te das cuenta de que te quemaste igual. El sol quema igual”, enfatizó.

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La importancia de la prevención.
Durante la Semana de Prevención del Cáncer de Piel, que incluyó actividades en Oberá y otras localidades de Misiones, se reforzó la necesidad de prevenir los daños solares desde la infancia. “Es distinto aprender de chiquito a usar sombrero, anteojos, y protector solar. Cuando se es adulto, hay que cambiar un hábito mal adquirido frente al sol”, señaló.

González Campos diferenció asimismo las medidas de prevención primaria y secundaria. “La prevención primaria consiste en evitar este acúmulo de radiación solar: usar protector solar, saber cómo ponerlo, en qué cantidades y en qué horarios estar al aire libre”, explicó.

La prevención secundaria, por el contrario, es necesaria después. “Es importante, una vez que ya tengo estas radiaciones acumuladas, o cierta edad, revisar la piel para detectar precozmente el cáncer de piel. Porque cualquiera de los tipos diagnosticados y tratados a tiempo se curan”, explicó la doctora.

La dermatóloga explicó cómo se realiza una consulta para detectar posibles señales de cáncer de piel. “Cuando el paciente viene al consultorio, revisamos toda la piel. Con la mirada dermatológica podemos diagnosticar cosas con solo ver o tocar. Por ejemplo, zonas ásperas o rosaditas que pueden ser signos de un cáncer de piel en zonas expuestas al sol”,  dijo.

González Campos señaló que la nariz es una de las áreas más vulnerables, “El cáncer de piel más frecuente es el epitelioma basocelular, y la nariz es el lugar donde más frecuentemente aparece, que recibe mayor cantidad de radiaciones”, afirmó.

La especialista también explicó el método “A, B, C, D, E” para identificar lunares sospechosos. “A es asimetría, cuando las mitades son diferentes. B, bordes irregulares. C, más de dos colores. D, diámetro mayor a 6 milímetros. Y E, evolución, cuando el lunar va cambiando. Un lunar nuevo o diferente es lo que llamamos el patito feo, el que llama la atención”, dijo.

Mitos y realidades sobre tratamientos.
La dermatóloga desmintió que los tratamientos de depilación con láser provoquen cáncer de piel, pero recomendó precaución con lunares y tatuajes. “El láser es absorbido por el pigmento. El pelito lleva la luz al bulbo para quemarlo, pero ese pigmento también puede estar en un lunar o un tatuaje, y puede causar quemaduras”, manifestó.

Sobre el uso de camas solares, dijo que son objeto de mucha publicidad engañosa. “Las camas solares son absolutamente camas de radiación. Una sesión de cinco minutos equivale a un día entero al sol en verano. Está demostrado que usarlas antes de los 35 años duplica o triplica el riesgo de cáncer de piel, melanoma y no melanoma”.

Por otro lado, la doctora destacó que los bronceadores tópicos son una posible alternativa segura y más conveniente para los que necesiten broncearse con rapidez. “Hay una sustancia llamada hidroxiacetona que oxida las células superficiales de la piel, lo que da ese tono bronceado. No lastiman la piel, pero tampoco protegen frente a la radiación”.

Sobre el uso del protector solar, González Campos urgió aplicarlo correctamente para maximizar sus efectos. “Para que sea efectivo, tendría que aplicármelo en cantidad suficiente cada tres horas. Eso no lo hace nadie. Si estoy bronceado, significa que mi piel se lastimó”, dijo. Además, recomendó usar sombreros, gafas de sol y ropa adecuada para complementar la protección.

Finalmente, insistió en la educación desde la infancia como principal herramienta de prevención. “Fotoeduquemos a nuestros niños. Que aprendan desde pequeños a protegerse del sol. Es un hábito que puede salvar vidas”, concluyó.
 

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