El sostén emocional de los trabajadores del Instituto Misionero del Cáncer

Desde su rol de coach, Liliana Timmer se encarga de mantener en alto la moral y equilibrio emocional del equipo de trabajo que se desempeña en el Instituto Misionero del Cáncer. En diálogo con PORTAL MISIONES explicó la importancia de este acompañamiento diario.

El Instituto Misionero del Cáncer (IMC) funciona desde 2018 en un edificio situado en el predio del Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga. Su prestación  permite el acceso gratuito a tratamientos y abordajes para pacientes que atraviesan por las diferentes variantes de la enfermedad. Decenas de pacientes reciben diariamente intervenciones como radioterapia, quimioterapia o consultas iniciales. El promedio de prestaciones diarias supera las 200 y el  único requisito para acceder a los tratamientos es tener documento nacional de identidad.

 Liliana Timmer

Quienes llevan adelante estas prestaciones y garantizan con su trabajo el funcionamiento del Instituto, son más de sesenta profesionales y trabajadores de diversas áreas. Este grupo de trabajo, cuenta con la contención y el acompañamiento de una coach profesional, Liliana Timmer, quien desarrolla actividades especiales tendientes a fortalecer la moral  y el compañerismo en el equipo, preparando al mismo para lidiar de la mejor manera con situaciones que pueden tornarse complejas.

¿Cómo es el trabajo que desarrolla en el Instituto?

 El desafío que tengo cada día, es enfocarme en el bienestar del equipo, porque en el Instituto no solamente se busca el bienestar de los pacientes, sino que es necesario que el equipo esté bien conformado y bien respaldado. Mi tarea consiste en poder darles herramientas a cada integrante del equipo, para que el desempeño de sus tareas se realice de la mejor manera y puedan enfrentar cada situación que se presente.

¿Cómo desarrolla ese acompañamiento en el día a día del equipo?

El equipo está constituido por más de sesenta personas, y todas tienen la posibilidad de realizar este proceso de coaching para estar bien, para poder encontrar las mejores formas de lidiar con las emociones encontradas que puede generar el trabajo. A veces se viven situaciones complejas, hay apegos a los pacientes y eso suele traer angustia.

Acá todo influye a la hora de trabajar, incluso lo que se vive en la casa. Es importante sentirse acompañado y poder administrar debidamente las emociones. Por lo general, lo que hacemos son talleres en equipo, de contención, dando mucha importancia a lo que es la camaradería y el compañerismo. Nos enfocamos en la conexión con el otro, integrando las diferentes áreas de trabajo. La angustia es una emoción constante, que se manifiesta en muchas personas, no solamente en pacientes. Y mi trabajo consiste en ayudar a los trabajadores del Instituto a sobrellevar esa y otras emociones de la mejor manera posible.  

Portal Misiones / RMM