Reforma impositiva, laboral y previsional: los profundos cambios que vienen para los argentinos

General05 de mayo de 2025RedacciónRedacción
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Se trata de un trío de reformas: impositiva, laboral -estas dos con fecha estimativa de presentación antes de fin de año- y previsional, un tema de mayor sensibilidad y que recién quedaría para fines de 2026.

El objetivo es seguir bajando el costo argentino y desincentivar la informalidad. Por las dudas, el Fondo Monetario advierte que la implementación de estas transformaciones deberá ser gradual y acompañada de un fuerte «apoyo social».

En el Gobierno aseguran que esa diferencia radica en que un cambio estructural jubilatorio está relacionado con modificaciones que previamente deberían tener lugar en el mercado laboral, de manera de hacer más viable el sistema de jubilaciones.

Reforma laboral

La reforma laboral es la más reclamada por el sector empresarial. Las empresas advierten que la ley del Trabajo vigente fue pensada para estructuras productivas y modalidades de trabajo perimidas. Consideran que se debe avanzar en una flexibilización en todos los niveles de la relación entre empresas y trabajadores.

Eso incluye horarios, tareas, modalidades de labores. Los informes que circulan hacen hincapié en la necesidad de que se flexibilice el mercado laboral para negociar salarios y en las relaciones de trabajo. Pero también alertan que esta reforma tiene que ir de la mano de cambios impositivos para eliminar las barreras entre los sectores informales y formales.

En su reciente paso por Estados Unidos, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Stuzenegger, dijo que los cambios que se vienen están vinculados a la flexibilización laboral y la reforma tributaria. También a una mayor apertura del comercio internacional.

El FMI, en la previa a la firma del acuerdo, había pedido avanzar con reformas que flexibilicen las negociaciones salariales, simplifiquen la relación laboral y reduzcan los costos para empleadores. Esto incluye reemplazar las indemnizaciones actuales por nuevos esquemas contractuales y ofrecer incentivos fiscales.

En 2024, parte de estas reformas se incorporó en la Ley Bases, pero las más sensibles fueron rechazadas por oposición y gremios. Por eso, el Gobierno planea retomar el debate en el Pacto de Mayo, aunque aún no hay fecha ni formato definidos.

El proyecto oficial propone modificar la Ley de Contrato de Trabajo (20.744) para reducir la intervención estatal en acuerdos privados, incluso eliminando la homologación obligatoria de paritarias.

También contempla volver optativo el pago de la cuota solidaria a los sindicatos, obligar a que elijan autoridades con elecciones periódicas y supervisadas, y aplicar convenios específicos por actividad.

El Gobierno buscaría además eliminar aportes no contributivos a sindicatos y limitar el derecho a huelga, declarando servicios esenciales al 50% de sectores clave como salud, transporte, telecomunicaciones y educación.

Reforma tributaria

En cuanto la reforma tributaria, uno de los ejes será reducir 90% de los tributos nacionales y fomentar la competencia fiscal entre provincias para atraer inversiones.

El proyecto en elaboración dejaría solo seis impuestos vigentes. «Vamos a terminar con el infierno tributario en la Argentina», afirmó Milei. Estos tributos —IVA, Ganancias, Seguridad Social, IIBB, débitos y créditos, y retenciones— concentran el 83% de la recaudación, según IARAF.

La iniciativa apunta a dar autonomía fiscal a las provincias sobre impuestos hoy cobrados por Nación. También busca eliminar tributos distorsivos como IIBB y tasas municipales, que encarecen los precios finales por su efecto cascada.

Expertos como César Litvin y Nadín Argañaraz destacan la necesidad de una reforma coordinada entre Nación, provincias y municipios, para evitar que al bajar un nivel de gobierno un impuesto, otro lo suba. El nuevo esquema incluiría un piso mínimo nacional, pero cada provincia podrá ajustarlo libremente.

Uno de los proyectos en los que trabaja el Gobierno es en el denominado «Súper IVA». Sería similar al que rige en Brasil. La discusión es cuál sería la alícuota. El IVA por ahora tributa 21%, luego de haberse ubicado en el 13% hasta los ’90.

Los tributaristas también explican que este super impuesto haría que el IVA actual aumente -por encima del 21%-, aunque el precio total de los productos disminuiría, porque otros gravámenes dejarían de pagarse. El Súper IVA incorporará parte de la recaudación que surge de los impuestos distorsivos que ya no se usarán.

En cambio, los precios finales de los productos ya no tendrán incorporados los porcentajes de IIBB y tasas de seguridad e higiene, entre otros, que ahora se pasan a precio, por lo que -aseguran en el Gobierno- el consumidor final debería pagar menos.

Reforma previsional

En cuanto a la reforma previsional -que incluirá una suba de la edad jubilatoria más acorde a los tiempos actuales y el incremento de la expectativa de vida-, la meta será mejorar la equidad y la sostenibilidad del sistema. Para ello, se prevé una reestructuración del esquema vigente, actualmente caracterizado por su fragmentación, con el fin de alinear de manera más eficiente las contribuciones con los beneficios otorgados.

Milei prometió al FMI presentar una propuesta para antes de diciembre de 2026 que simplifique el régimen actual. Entre las medidas en estudio figuran el aumento de la edad jubilatoria y la eliminación de las moratorias previsionales.

Al mismo tiempo, el Gobierno se comprometió a sostener el valor real de los programas sociales, implementando un nuevo sistema de monitoreo —el SIS— para mejorar la focalización del gasto.

El Gobierno sostiene que se debe seguir el camino de reformas como la de los alquileres. Y destaca que, tras eliminar el control de alquileres, para que la gente pudiera firmar los contratos en la moneda que desee, con las condiciones que quiera, en el tiempo que prefiera, los precios bajaron un 30% y la oferta aumentó en forma drástica.

«Las reformas estructurales que vienen tienen que ver con la flexibilización del mercado laboral. Necesitamos ajustar el sistema tributario y abrir la economía para aumentar las exportaciones y mejorar nuestra competitividad», le dijo la semana pasada Sturzenegger a inversores y referentes del mercado, durante su paso por Washington.

Quieren que el Gobierno acelere en los cambios

En el Gobierno aseguran que todas las reformas apuntarán a sostener el camino atravesado en el primer año y medio de presidencia de Javier Milei, y destaca que la economía haya crecido un 6% de diciembre de 2023 a diciembre de 2024, a pesar de haber reducido el déficit fiscal en 5 puntos y el cuasi en 10 (Banco Central).

Para algunos analistas, el Gobierno debería acelerar con los cambios de fondo. El titular del instituto IDESA, Jorge Colina, recordó que estas transformaciones están incluidas en el acta de Mayo, firmada hace un año casi todos los gobernadores. «Allí se incluyó la reforma tributaria, la eliminación de la coparticipación, una reforma laboral y previsional, la apertura del mundo, la promoción de las provincias que desarrollen sus recursos naturales», recuerda.

En esa línea, señaló que el gobierno está perdiendo la oportunidad: «Aun cuando los gobernadores no estaban muy convencidos del Acta de Mayo igual se sentaron, firmaron y mostraron su muy buena predisposición. Ahí había que seguir trabajando con ellos. Y hay un punto muy fundamental a trabajar con los gobernadores y los intendentes que es el tema del impuesto a los ingresos brutos y las tasas municipales, que están matando al sector productivo. Hoy un productor, un comerciante tiene que pagar tres impuestos: IVA a la nación, ingresos brutos a la provincia y tasas municipales al intendente. Y la verdad que recibe muy pocos servicios a cambio», explicó Colina.

Laura Caullo, de Fundación Mediterránea, sostiene que algunas alternativas que podría incluir la reforma previsional serían las escalas progresivas en los beneficios de la PUAM, según los años de aporte, eliminación de regímenes especiales y revisión de pensiones duplicadas entre otros temas centrales.

En este escenario, Caputo prefiere destacar lo logrado hasta ahora e insiste en recordar que «todo el mundo decía que esto iba a ser a costa de una brutal recesión, y que no se podía hacer». Y señala que se pudo crecer, los salarios reales mejoraron 15% y se sacó a 10 millones de argentinos de la pobreza.

El ministro de Economía asegura que el objetivo es recorrer un camino «inverso al que se vivió los últimos 20 años. Vamos a un esquema en donde lo importante va a ser la eficiencia y donde vamos a continuar reduciendo el tamaño del Estado, porque le va a devolver más recursos al sector privado, que los administra mejor».

En su última exposición ante inversores, empresarios y economistas, Caputo dijo que buscarán implementar las «reformas estructurales que son tan necesarias, como la reforma fiscal, la laboral, y al final la previsional. Estas reformas son muy necesarias para seguir bajando el costo argentino y para desincentivar la informalidad».

Economía en crecimiento

El Gobierno ahora proyecta que la economía podría crecer más del 6% este año, impulsado por el cambio de fase del plan económico, que incluye menores restricciones cambiarias y un dólar flotante. Sin embargo, los economistas señalan que las reservas del Banco Central y la inflación podrían ser factores clave para la evolución de la actividad económica en los próximos meses.

Aunque existe un ancla fiscal y un crecimiento económico sostenido, la falta de liquidez en el sistema requiere la implementación de nuevas medidas para mantener la expansión, reconocen en el Ejecutivo.

Para ello el gran desafío inmediato es monetizar la economía, porque está en un nivel de monetización muy bajo, de poco menos de la mitad de lo que es normalmente.

Caputo explicó que aunque existe un ancla fiscal y un crecimiento económico sostenido, la falta de liquidez en el sistema requiere la implementación de nuevas medidas para mantener la expansión.

Para el FMI, las reformas estructurales implementadas en Argentina a partir de fines de 2023 tienen el potencial de generar un aumento significativo en el crecimiento del PBI en el mediano plazo.

Destaca que si el país logra reducir las brechas estructurales con respecto a las economías emergentes de referencia, podría aumentar su tasa de crecimiento anual durante los próximos cinco años.

El FMI subraya que las reformas en gobernanza y regulación empresarial, enfocadas en mejorar la calidad regulatoria y reducir los requisitos administrativos, son cruciales.

«Reducir las barreras externas, tanto arancelarias como no arancelarias, y abrir el mercado cambiario permitiría aprovechar más eficientemente los sectores productivos de Argentina, lo que incrementaría el crecimiento económico en al menos 2,75 puntos porcentuales adicionales cada año en los próximos cinco años», explica el último reporte del organismo multilateral.

Este tipo de apertura y flexibilización no solo impulsaría las exportaciones, sino que también fomentaría la llegada de inversiones extranjeras directas (IED), esenciales para la diversificación de la economía argentina.

La visión del FMI

Según el FMI, «el éxito de estas reformas dependerá de la secuenciación adecuada de las mismas y de un marco político y social que apoye su implementación, evitando dislocaciones en el mercado laboral y en sectores vulnerables. El equilibrio entre la apertura de la economía y la protección de los sectores más débiles será clave para que las reformas tengan éxito sin generar resistencias que dificulten su continuidad».

El informe también menciona la importancia de mejorar la transparencia y la lucha contra la corrupción, como factores fundamentales para garantizar que los beneficios de las reformas lleguen a todos los sectores de la sociedad. «El fortalecimiento de la transparencia y la mejora en la gobernanza permitirán que las reformas estructurales se implementen de manera eficiente y equitativa, contribuyendo a un ambiente político y social más estable», señala el Fondo Monetario.

En este escenario, la reforma tributaria comenzó a ser trabajada el año pasado en el ámbito del Ministerio de Economía. El objetivo es eliminar la mayor cantidad de impuestos que tienen peso marginal en la recaudación, y reducir la cantidad de gravámenes que componen el sistema tributario nacional.

Fuente: Iprofesional

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